Paranoia política y las verdades del barquero

Madrid es el centro de la paranoia política que es donde reside y desde ahí se difunde extramuros como si se fuera a acabar el mundo, aun así, la verdad del barquero está afuera y es bien otra y es conocida

Paranoia política y las verdades del barquero. En primer término, Irene Montero y Yolanda Díaz, con Pablo Iglesias detrás, en una manifestación.
Paranoia política y las verdades del barquero. En primer término, Irene Montero y Yolanda Díaz, con Pablo Iglesias detrás, en una manifestación. DANI GAGO

La paranoia es un trastorno que se caracteriza por la aparición de ideas fijas, obsesivas y absurdas, basadas en hechos falsos o infundados, junto a una personalidad bien conservada, sin pérdida de la conciencia ni alucinaciones. Este es el diagnóstico que mejor define la burda maniobra de borrar a Podemos.

Destruir a esa formación política se ha convertido, con diferentes formas de ejecución, en monotema enfermizo de una parte de la progresía política y mediática y de la derecha política, la reaccionaria y sus medios, donde destacan  por estar en nómina (Ana Rosa, Ana Terradillos y similares), emisarios indocumentados, burdos, patéticos y boleros (Megide, Inda, Negre y otros de baja estopa) y, como no, los disfrazados de periodistas difusores de falsas noticias contra el partido morado y sus dirigentes, por todos, Ferreras, en cuya mirilla de fusil ha estado hasta el presidente del gobierno de coalición.

De sobra es conocida la exigencia de uno de los jefes matachines: “A ver si le calzas una hostia” y el encargado Ferreras contestó “muy pronto, eh, muy pronto. Yo creo que va a sufrir estas dos semanas”. Por supuesto el aprovechategui, ya descubierto y con la careta quitada no cumplió el encargo pandillero, sino que le hizo una entrevista amable, obviamente, y el presidente acudió a sabiendas de que lo entrevistaba un colaborador de las cloacas. 

En esa paranoia han quedado atrapadas algunas de las nuevas promesas de una parte de la nueva izquierda política que se escenificó en el acto de Magariños, con Más Madrid y el Compromís de Baldoví haciendo de arietes.

Luego hemos contemplado, estupefactos, lo de Évole, el jarrón chino y Yolanda que como respuesta a la pregunta de a quién iba a apoyar en Madrid y en Valencia quedó claro que, a sus nuevos aliados, ya citados antes. Y, a la propuesta de hacer primarias abiertas por circunscripciones territoriales respondió que lo que quería Podemos era la distribución de recursos económicos y asegurarse puestos relevantes en las candidaturas electorales, lo que no solo es falso de toda falsedad, sino que es notorio y público lo contrario y es precisamente lo que ella siempre se ha asegurado, como política profesional que es. 

Es como lo de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, cuando Mónica García expedita se tiró a la canilla del consejero del PP del gobierno madrileño por lo del bono eléctrico, cuando ella se beneficiaba de lo mismo, o lo de Baldoví, que aprovechando la guerra judicial contra Mónica Oltra corrió raudo para proclamarse candidato autonómico valenciano.

En ambos casos, además, han impedido el acuerdo en sus respectivas comunidades con Podemos, cuando, hoy por hoy es la formación política que más acuerdos ha llegado de unidad para las elecciones municipales y autonómicas, incluidas formaciones políticas de la coalición electoral Sumar. Lo que pase en Catalunya aún se está cociendo en cuanto a alianzas electorales se refiere, habrá que estar pendientes, de las que los Comunes pueden salir mal parados después de lo de Yolanda en lo de Évole, donde destiló puro jacobinismo. 

Esa paranoia política se extiende de forma virulenta y obscena contra las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, en las que se han conjurado todas las paranoias políticas de diferente signo, pero con objetivo común. Así, se sigue poniendo de perfil, aunque vaya a votar no al Congreso, eso sí, sin hacer ruido. Esta vez ante el vergonzoso y humillante arreglo contra la mujer agredida sexualmente, urdido entre PSOE y PP respecto a la conocida como ley del solo sí es sí, volviendo al esquema punitivo anterior en el que la violencia en la agresión sexual hay que probarla.  

En este estado paranoico el Sr. Tezanos juega un papel estelar, a sabiendas de que está dejando en parihuelas al CIS, sin embargo, erre que erre, insiste en publicar encuestas con la cocina bien hecha, para algunos, claro, pues la verdad del barquero es que el susodicho ha reconocido expresamente que manosea los datos para presentar a Podemos como el gran perdedor de toda esta historia, para desprestigio del propio Centro.

Madrid es el centro de la paranoia política que es donde reside y desde ahí se difunde extramuros como si se fuera a acabar el mundo, aun así, la verdad del barquero está afuera y es bien otra y es conocida: Podemos, las personas que lo han liderado y ahora Ione e Irene, han hecho (hacen) historia democrática en este país y aún no han acabado. Lo están haciendo sin traicionar, ni corromperse. Todo un hito en la política española. 

El conmovedor abrazo en el que se fundieron Ione e Irene simboliza la lucha de millones personas, del movimiento feminista y no es el de la derrota, sino el de la convicción del trabajo bien hecho, el del compromiso firme y de lealtad con las mujeres que sufren violencia sexual, siendo que esto aún no ha acabado para pesar de los verdaderos derrotados, unos, estaban sentados en sus bancos, secos, conscientes de su traición y, otros, los de toda la vida, aplaudiendo y vitoreando que la mujer agredida sexualmente volvía al calvario anterior. Seguro que esa será la defensa del presunto violador Dani Alves. Buen trabajo ministra Palop. El abrazo de Ione e Irene es el de la victoria sobre la paranoia política, irrefutable verdad del barquero.

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Comentarios (1)

Miguel Hace 1 año
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