Como dice Lidia Falcón, "las mujeres somos una clase". Pertenecemos a la clase de no humanas, al igual que las niñas y los niños. Por esto nos asesinan, nos venden, nos alquilan, nos trafican y nos violan porque los hombres no nos consideran seres humanos, sino objetos sexuales.
Ahora además el neoliberalismo imperante a izquierda y derecha pretende clasificarnos en compartimentos estancos, las racializadas (neolenguaje racista que invisibiliza la realidad material de las gitanas, las negras, las asiáticas, ECT), las mujeres con discapacidad, las mujeres jóvenes, las mujeres ancianas, las madres. Pretenden dividirnos, enfrentarnos, aislarnos, reducirnos a colectivos, (las mujeres no somos un colectivo, somos la mitad de la humanidad), para desarticular así la lucha feminista. Divide y vencerás.
Las reivindicaciones de un subgrupo u otro deben ser diferentes según sus intereses y necesidades, obviando deliberada e interesadamente nuestra realidad material común, el hecho biológico e irrefutable de ser mujeres. Pretenden engañarnos para enfrentarnos a las blancas, burguesas privilegiadas, (que según ellos son las mujeres con estudios universitarios), obviando que muchas de las mujeres que tenemos estudios superiores los hemos financiado trabajando de camareras, limpiadoras, cuidadoras de niños o mayores, etc. Obviando también que, por ejemplo, las españolas no somos blancas si se nos compara con las mujeres nórdicas y que para privilegios los que disfrutan los hombres.
Cualquier mujer en cualquier lugar del mundo, independientemente de su estatus económico, se ve sometida a la violencia machista. Ya que esta no es característica exclusiva de una clase social concreta, hasta el hombre más pobre en el lugar más remoto del mundo, tiene a una criada gratuitamente trabajando para él veinticuatro horas, siete días a la semana.
Queridas mujeres nos enfrentamos a una ola reaccionaria del patriarcado a nivel global.
Pretenden mundialmente despojarnos de nuestra humanidad para reducirnos a un sentimiento, a un ente, a la nada (mirad el caso de las mujeres y niñas en Afganistán por ejemplo, o que la relatora especial de la ONU Reem Alsalim haya tenido que aclarar que significa ser mujer en un informe), pero también estamos ganando batallas como la de las Escocesas que han conseguido que la categoría sexo mujer se refiera legalmente solo a las mujeres biológicas.
Estamos avanzando frente al neoliberalismo de los partidos que ya no nos representan, por eso debemos mantenernos unidas y no cejar en nuestra lucha. Como dijo Simón de Beauvoir: "Bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Esos derechos no se adquieren para siempre. Debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida".
La lucha feminista es una carrera de fondo y probablemente las que luchamos hoy no veremos los avances, pero esto no debe desanimarnos, ya que la ciencia y la razón están de nuestro lado.
No luchamos por nosotras compañeras, luchamos por las niñas y niños del futuro y por el legado que queremos dejarles. Un mundo libre de violencia machista.
Como dice Rita Segato, “la lucha por los derechos de las mujeres es la lucha por los derechos de toda la humanidad”.


