Breve comentario de texto sobre 'Zorra': la canción

Un artículo en el que se echa de menos a Carlos Berlanga, Nacho Canut y Alaska, se cuestiona la resignificación exprés del término 'zorra' y se recuerda que al periodismo de la Pérfida Albión no se le engaña fácilmente

Carlos Piedras, nuevo jefe de Edición y Opinión de lavozdelsur.es, en un retrato en la redacción del periódico.

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador y colaborador habitual de lavozdelsur.es. Últimamente he publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

'Zorra', la canción. El grupo Nebulossa –formación amplia– en la playa de Benidorm.
'Zorra', la canción. El grupo Nebulossa –formación amplia– en la playa de Benidorm.

Ha llegado el momento de hablar de ‘Zorra’. Ya, ya, lo sé, queridas amigas y amigos naturales de Jerez de la Fra o simplemente seguidores de las numerosas cuitas de esta ciudad: esta sección está muy pegada a la tierra, así nació y así seguirá… la semana que viene. Hoy toca ‘Zorra’, la del grupo Nebulossa... la de Eurovisión, vaya.

En primer lugar, debo decir que el Festival de Eurovisión a este cronista le importa exactamente una higa… lo que no quiere decir que no lo haya visto varias veces en los últimos quince o veinte años. Todo depende de si anda cerca mi amigo Manolo (no voy a decir el apellido, pero probablemente es el Manolo más conocido de Jerez, incluidas sus pedanías) y hace las veces de comentarista, tanto de las actuaciones como de las votaciones. Eso, y unas cervezas, hace que, si no estoy en la playa, juega el Atlético o se dan otras ocho o diez cuestiones, preste cierta atención al festival.

En segundo, para que vean que me tomo mi trabajo siempre en serio, hablaremos de la letra –la música no tiene mucho comentario, electropop sosete–, que he revisado por la internet. La letra va más o menos de una mujer madura que tiene una relación, se sobreentiende que con un señor, al que le molestaría el pasado de la señora, la tal Zorra en sus propias palabras, y también el presente, ya que ella entra y sale, hace y deshace. Tras dar a conocer estas andanzas, la señora Zorra, que deja claro que está “en un buen momento” y que se ha empoderado (se ve que durante los primeros veinte o treinta primeros años de entrar y salir, hacer y deshacer no lo estaba) y, en consecuencia, se define como “una zorra de postal”... justo antes de meternos a todos en una estrofa de palabras acabadas en ‘al’ que no tiene desperdicio y que, sin duda, es lo mejor de la canción. Postal, real, visceral, chacal y zarzal cierran los versos en lo que debió ser una especie de juego surrealista en su elección. Cabe suponer que se quedaron sin salir berenjenal, mezcal, manual, sedal e incluso zorzal (eso pajaritos que antes, antes… ejem, ejem, se comía la gente), palabras todas que hubieran quedado más que dignas en el texto. De hecho, manual debería sustituir a la postal, porque… ¿Qué es una zorra de postal? Pues alguien que no debe ser muy zorra, la verdad. La expresión ‘de postal’, hoy en desuso, implica ser algo impostado, como de plástico, que también se decía antes, por eso insistimos, tal vez ahí debería decirse “de manual”, "zorra de manual", pero no vamos a enmendar la plana a los autores.

Libertad de expresión y de creación por encima de todo, aunque es un hecho que el tema se queda muy lejos de las canciones que Carlos Berlanga y Nacho Canut componían para que las cantara Alaska, caso del inmortal ‘A quien le importa’. En el plano punk podríamos hablar de Las Vulpes y su ‘Me gusta ser una zorra’ también de hace unos cuarenta años, versión libre del ‘I wanna be your dog’, de Iggy Pop, un pequeño disparate lúbrico-social intrascendente, la de Las Vulpes… salvo para el periodista Carlos Tena, al que le costó el programa.

Y ya… así concluye las andanzas de la señora Zorra, una mujer madura y empoderada que le pone las cosas muy claras a un señor del que lo único que nos queda claro es que es un poco carca. ¿O él también es un Zorro? Sí, puede que aquí haya más juego subterráneo del que parece. A la señora Zorra está claro que le gusta el señor Zorro. Estos llevan gustándose o cogiéndolo –vale la acepción argentina– y dejándolo muchos años. Seguro. Ese 'hasta aquí' de la señora Zorra no es calentón –vale también la acepción sexual– de un día, qué va. Aquí hay tema, hay tole-tole, como dice precisamente el mencionado Manolo.

¿Pero esto es un himno feminista, como dice TVE? Puede, puede… pero cortito y al pie, eh, sin más. Lo de zorra cubre mucho espacio y creo que habrá mucho coro etílico-estival que se quede con el coro en forma grito de guerra... es fácil pensar en grupos de cafres hetero y homo desgañitándose al grito de “zorra” en una canción cuyo fraseo, huelga decir, parece hecho adrede para eso.

Pensar que el término ‘zorra’ se va a resignificar, como se ha oído, de manera exprés parece muy aventurado… aunque es cierto que estas cosas pasan. Miren, a los seguidores del Atlético (no quiero aburrir con el fútbol) los del querido Real Madrid empezaron a llamarnos ofensivamente “indios” en los años 70. No mucho tiempo después no es solo que indio esté aceptado por los atléticos, es que la mascota del club se llama Indi o algo así (por cierto, indio no era porque estuviéramos acampados –el Vicente Calderón– junto al río, como decía algún despistado o cínico, a elegir, era porque en el equipo jugaban muchos suramericanos, que se decía por entonces).

En realidad, TVE tampoco lo tiene claro del todo, y para evitar explicaciones un tanto rebuscadas a Eurovisión le ha entrado por el lado animal de la palabra, nada de resignificar, nada de semiología y tal: habla de la zorra animal, la de las gallinas… no, esperen, que nos liamos, que hay otra expresión antigua, más puta que las gallinas, creo… entonces, esto es, zorra del gallinero, vamos a decir, sí, mejor, la zorra del gallinero.

En cualquier caso, el debate ha pasado nuestras fronteras. El prestigioso periódico inglés The Times ha recogido la polémica, que si España dividida, que si el tema es feminista o no, que si al Gobierno le gusta y tal... y, claro, al buen periodismo es imposible engañarle: en el titular del artículo pone 'bitch'. Como suena. A pelo. Nada de animales ni 'foxy' (astuta), ni leches…

Bien, entre Eurovisión y la amnistía concluye una semana más sin hablar de los problemas reales del país. Muy buenas.

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