La Legión no se merece esa Medalla de Andalucía

Cristóbal Orellana.

Licenciado en Filosofía (US), Diplomado en Geografía e Historia (UNED), Máster en Archivística (US), Máster en Cultura de Paz y Conflictos (UCA), de profesión archivero, de militancia pacifista, de vocación libertario, pasajero de un mundo a la deriva.

El presidente andaluz Juan Manuel Moreno y la consejera Rocío Ruiz, durante la entrega de la Medalla de Andalucía a la Legión.
El presidente andaluz Juan Manuel Moreno y la consejera Rocío Ruiz, durante la entrega de la Medalla de Andalucía a la Legión.

Los andaluces y las andaluzas no nos sorprendemos por las cosas que han hecho siempre, y siguen haciendo, los políticos de la derecha que defienden los valores reaccionarios de esa parte de la sociedad que tan interesada está en el inmovilismo o, más bien, en el involucionismo. Conocemos a la perfección cómo las gastan quienes defienden lo más rancio y casposo de nuestra Andalucía, aquellos que, en resumidas cuentas, se enrocan en defender —por ejemplo— que Queipo de Llano, tan amigo de la Legión, permanezca como si tal cosa en la basílica de La Macarena.

Llevamos en nuestra sangre el dolor causado por tanta injusticia amparada en "valores" ultraortodoxamente antidemocráticos. Los "señoritos" (resumamos el asunto así) siempre han pinchado y cortado a su antojo para seguir detentando la riqueza agraria y el poder político, sin exagerar, desde Alfonso X hasta el pacto PP+Cs+Vox. Esa eterna y patética línea de reaccionarismo caciquil la conocemos, claro, mejor que nadie.

Así que ahora el bisoño presidente de la Junta de Andalucía se deja caer, justo en el 28 de febrero, el Día de Andalucía, con esta lamentable guinda: Medalla de Andalucía a la Legión "por sus valores humanos". Efectivamente, una alta distinción que la casta política de la derecha clásica de Andalucía (que no del pueblo andaluz) concede a un "cuerpo expedicionario" creado por el simpático Millán Astray, el famoso militar golpista que acuñó para siempre la expresión "viva la muerte"... algo totalmente opuesto, en realidad, a la cultura de Andalucía.

Pero repasemos un momento esta perfecta síntesis que Canal Sur ha hecho del "glorioso" itinerario histórico de la Legión: “El cuerpo de élite del Ejército español, que celebra el centenario de su fundación, recibe la distinción la Medalla Andalucía por los valores humanos. Fue creada en 1920 por José Millán-Astray. La Legión o Tercio de Extranjeros, como se denominó en su origen, fue resultado del esfuerzo del entonces comandante de Infantería José Millán-Astray. El resultado desfavorable a las armas españolas en las guerras coloniales del norte de África creaba además disturbios en el país. Millán-Astray llegó a la conclusión de que España necesitaba un cuerpo de soldados profesionales, no de reemplazo, con una moral y espíritu de cuerpo que fueran equiparables a los de la Legión extranjera francesa. La Legión es la culminación de ese proyecto personal. Tras su intervención en Marruecos y en la represión de alzamientos populares como la Revolución de Asturias de 1934, la Legión participó junto al bando sublevado (con el General Franco) en la Guerra Civil Española. Posteriormente intervino en la Guerra de Ifni de 1957-58 y en la crisis por la descolonización del Sahara Español (1972-1975)”.

Además, los medios de comunicación señalan: "Por último, la Junta de Andalucía destaca que le otorgan este reconocimiento... por su participación en la Semana Santa andaluza: "Además de su labor pacificadora y humanitaria, es destacable la participación de la Legión en algunas tradiciones andaluzas, especialmente en la Semana Santa de Málaga, donde acompaña al Cristo de la Buena Muerte, protector de los legionarios, pero también es habitual en numerosos municipios de las provincias de Málaga, Almería, Cádiz, Jaén o Córdoba"... cuando se supone que las FAS, en un estado democrático como el nuestro, no deben vincularse a ninguna confesión religiosa.

Pero lo más destacable del caso es que el actual Gobierno andaluz de derechas trata, con un discurso burocrático y vacío, de convencernos de que el intervencionismo militar que está desarrollando la OTAN a través de la Legión, es una vía de Defensa y de política exterior encomiable...

En este contexto, efectivamente, no es extraño comprobar cómo, coincidiendo con esa distinción, se suceden “episodios” de más y más adoctrinamiento militar de los niños y niñas andaluces. En los medios de comunicación de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) se anunciaba recientemente, por parte de una Unidad de Artillería de Costa, una exhibición militar para escolares (en el marco de unas maniobras militares, con barcos de la Armada, en la desembocadura del Guadalquivir). La exposición estaba expresamente pensada para mostrar el material militar a centros escolares sanluqueños. Los medios informativos de la zona han dado amplia información sobre la "exposición estática" militar. El Ayuntamiento de Sanlúcar (PSOE+Cs) —un ayuntamiento que publicita las ofertas de reclutamiento de jóvenes para las FAS— ha mediado directamente para que los centros escolares se acerquen a las unidades militares.

Los compañeros y compañeras de Izquierda Unida de Sanlúcar han preguntado al alcalde de la ciudad acerca de estas maniobras y este adoctrinamiento de la población escolar sanluqueña, mostrando su oposición y rechazo a estas actividades. Muchos sanluqueños y sanluqueñas no han olvidado cómo los legionarios, a través de las calles de su ciudad, entonaban himnos machistas. Y también Ecologistas en Acción ha denunciado claramente esta conducta del ejército y algunas administraciones "de acercar" las FAS a niños y jóvenes.

En definitiva, adoctrinar militarmente a la ciudadanía de Andalucía, desde los niños a los actos del 28 de febrero, no es buen camino para la Paz. Es un camino para las guerras y la insolidaridad. No debemos permitirlo.

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