El fin de semana del orgullo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) me va a excusar de hablar del referéndum griego, que a la postre no es más que otra excusa para volver al eterno debate izquierda-derecha, débiles-poderosos, neocomunismo-capitalismo etcétera, etcétera. Otra vez me estoy liando, así que vamos al lío (valga la "rebuznancia", que decía un profesor mío). Tengo amigos gays y hasta 'gueinas' que me comentan algo que en el mundillo no es nada nuevo, aunque voy a aprovechar la efeméride para insistir en ello. Vendría a ser algo así como el machismo homosexual, oxímoron que he reconvertido en 'homomachismo', no sin temer la llamadita de turno de Arturo (ya saben, Pérez Reverte), que es tela de quisquilloso.
Lo ilustraré de otro modo: ver a dos novios cogidos de la mano por la calle es cool si eres moderno, pero más de uno ha pegado un codazo a su acompañante cuando ha visto la misma situación protagonizada por mujeres. Ya saben, 'Mujer contra mujer', eterna canción de Mecano. En el mundillo, mis fuentes me comentan que los gays han tomado la delantera desde hace tiempo e incluso en muchos casos miran por encima del hombro a las lesbianas. Ya fuera del 'ambiente', es harto sabido que mucho exgarrulo que ahora habla con orgullo de la pareja homosexual que conoce o es amiga suya, lo hace con desprecio o ironía -no suelen faltar referencias sexuales- cuando el caso es femenino y plural.
Sirva por tanto esta columna semanal para reivindicar el fin del machismo en todas sus vertientes, y no solo en la heterosexual. Algo que, por cierto, se puede hacer desde lo que conocemos como políticamente correcto, sin necesidad de asaltar iglesias al grito de "para el Vaticano poder clitoriano", "no nos dejan comernos la almeja" y no sé qué de meterse "el rosario por los ovarios" (sic).
El propio expresidente Zapatero ha aparecido estos días reivindicándose como adalid de la cruzada contra la homofobia, con su ley que permite casar a los homosexuales. En EEUU, el Supremo ha dado una gran alegría a este colectivo. El propio Zerolo (descanse en paz), también era "casta". En fin, la política vuelve a enredarme. Que tengan un buen día del orgullo.
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