Azotea en una casa, en una imagen de archivo.
Azotea en una casa, en una imagen de archivo.

El artículo anterior de las azoteas de los pisos, no incluí el concepto agua, y en este no me puedo resistir.

Nuestras azoteas y cubiertas interceptan el agua de lluvia, tenemos verdaderas joyas en forma de aljibes subterráneos, que nos trasmiten el verdadero valor que tiene el agua, no reconocible hasta que nos falta. Al hacer nuestras casas, calculamos estructura, diseñamos la distribución y se ejecuta, pero ¿por qué no hacemos una casa verdaderamente más sostenible?. Si tenemos patio, corral o jardín, implantar el ciclo del agua en la más humilde dimensión de nuestro hogar, es dotarlo de una mayor dimensión. La casa donde vivían mis abuelos paternos en Menorca, el aljibe dotaba prácticamente del agua necesaria para el hogar. Cuestión de usos.

Edificios públicos como los Cedefos (Centros de Defensa Forestal) ya incluyen en sus proyectos, la recogida de aguas pluviales de sus helipistas para reserva estratégica de agua. Los tanques de tormenta se hacen en las ciudades por no poder asumir las escorrentías superficiales que generan la urbanización del suelo (impermeabilización que impide la percolación e infiltración hacia acuíferos).

Las técnicas innovadoras de Suelos Urbanos de Drenajes Sostenibles –SUDS- se basan en técnicas con filosofía de estas de antaño. Los caudales punta que corren por nuestras tuberías y arroyos son cada vez mayores y con nuevas canalizaciones no solucionaremos las inundaciones. Hemos de gestionar el agua, como bien preciado.

El canalizar las escorrentías de lluvia, se hace hoy en día en forma de bajantes hasta su conexión con la red de pluviales o colectores, y poco nos costaría llevarla al jardín o al subsuelo, para tener una reserva de agua. ¿Quién recuerda tirar un saco de cal viva de Morón, de los hornos árabes que siguen funcionado, para sanearla? Los pastores siguen haciéndolo en los aljibes de nuestras sierras, estaría genial un plan de adecentamientos de existentes y de nueva construcción, le vendría ideal a nuestra sufrida ganadería extensiva. En la ciudad sólo hablamos de tanques de tormentas. ¿Por qué no de las grandes posibilidades de aljibes domiciliarios?

La calidad del agua es de todos conocida en los diferentes aspectos de la vida, y hay uno que me llama la atención, que es el remojo de los garbanzos y garbanzas para nuestros potajes. Con agua de lluvia, tienen un sabor inigualable.

La Biblia contempla las azoteas como un lugar de encuentro con Dios, ciertamente tienen algo especial. Algunas se pintan de verde para que cuando se vean desde arriba, se asemeje al paisaje, como ya ha aplicado mi amigo Miguel. Si en estos días, subiéramos, admiraríamos las Perseidas, como hacen en municipios que simplemente apagan una hora, la luz de sus calles.

Paisaje junto a familia y amigos, son dos elementos que perduran en nuestra memoria humana. Tenemos la obligación de buscar soluciones integradoras multidisciplinares para las azoteas de nuestras casas, y no encontrarnos ante situaciones cuestionables como la foto del inicio de este artículo.

Iván Casero es Ingeniero de Montes


Fuente:

https://setenil.wordpress.com/2018/11/11/el-aljibe-arabe/

https://rinconesdegranada.com/aljibe-del-peso-la-harina

https://turismodelasubbetica.es/carcabuey/location/el-aljibe/

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