“Ministro okupa”, “Gobierno faltón”… fueron algunos de los términos dirigidos al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que pudieron escucharse por parte de dirigentes del PP durante la celebración de los actos del Día de la Comunidad de Madrid, en lo que supuso un nuevo enfrentamiento entre el Gobierno de Madrid (ESP) y el Gobierno de Madrid (CAM), un ‘clásico’ de la política nacional en los últimos años que no solo no conoce fin sino que parece que no tiene límites ya que, de cita en cita, de año en año, cuando parece que ya no es posible ir más lejos, se supera.
El gobierno autonómico –su jefa de protocolo, para ser más exactos- cerró este lunes el paso al palco de honor al ministro Bolaños, y lo hizo en términos físicos, con brazo de por medio, nada de metáforas, cuando el ministro se disponía a presenciar el desfile cívico-militar desde dicha tribuna.
El gobierno de la CAM insistió en que el ministro no estaba invitado, en que en representación del Gobierno de España ya estaba la titular de Defensa, Margarita Robles, por lo que se le terminó facilitando un puesto junto a otras autoridades políticas y de la vida social, pero no en el palco de honor, tal y como pretendía aduciendo al contenido de un real decreto (2099/1983) en el que se recoge explícitamente la prevalencia de un ministro sobre el jefe de la oposición.
En fin… un auténtico lío en el que absolutamente ninguna de las partes hizo nada por buscar una solución al problema y que deja a las claras la situación de enfrentamiento a la que se ha llegado. Bien, puede que la CAM tuviera su parte de razón y el Gobierno ya estuviera representado en el acto, pero, en efecto, la pierde desde punto y hora que nadie sabe, por muy líder de la oposición, que representación tiene Alberto Núñez Feijoo, presente en dicho palco, en lo que se refiere a los madrileños. Este tipo de fiestas no son actos privados de los partidos en el gobierno, son fiestas conmemorativas por y para la ciudadanía.
Todo muy feo, eso que se viene a llamar un espectáculo poco edificante que con un poco por las dos partes perfectamente podría haberse evitado. La verdad es que, aunque el rifirrafe se relacione con el período electoral, a menos de un mes para el 28M, la presidenta de la CAM, Isabel Díaz Ayuso, mantiene un perfil muy beligerante con el gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, que también suele dirigir sus dardos hacia la presidenta cuando se presenta la ocasión.
Por cierto, está por ver si este tema va a ser abordado por la junta electoral, en un período ya preelectoral marcado por decisiones contradictorias. Mientras en la prensa madrileña se habla abiertamente de que nueve ministros se van a volcar estos días con las candidaturas de Reyes Maroto y Juan Lobato sin que se haya producido ningún temblor en el Estado, por ejemplo, en Jerez, la junta electoral está siendo mucho más minuciosa con las visitas desde la denuncia presentada por AxSI.
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