Una ley de amnistía que no aclara la legislatura

Los socialistas siguen haciendo pedagogía con este tema, llevando incluso palabras como 'convivencia' en el propio enunciado final de la ley, pero todo el desgaste sufrido por ahora tampoco despeja la gobernabilidad

Imagen del Congreso de los Diputados. Entre la dictadura y la pobreza.
Imagen del Congreso de los Diputados. Entre la dictadura y la pobreza.

El PSOE ha sacado adelante la Ley de Amnistía por la convivencia institucional, la ley de amnistía, vaya. A la ley le quedan aún varios trámites, como por ejemplo su paso por el Senado, antes de su entrada en vigor. Se trata de una ley que no iba en el programa electoral del PSOE y que, a tenor de los resultados electorales y de la lógica de bloques en que actualmente se mueve la política española, ha forzado a los socialistas a "hacer de la necesidad virtud", en palabras del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para seguir en el Gobierno. 

Después de autoconvencerse, los socialistas tratan de convencer al conjunto de la sociedad sobre la conveniencia de esta ley, cargando para ello las tintas en palabras altisonantes, como por ejemplo convivencia, que va en el propio enunciado de la ley.

Un asunto de Estado se ha abordado como un asunto de gobierno

El problema real no es la amnistía en sí, que podría haber sido positiva, sino cómo se ha abordado y la necesidad de la que parte. Si el PSOE no necesitara de los siete votos de Junts, es evidente que no habría habido amnistía, aunque es posible que hubiera habido indultos, como ocurrió en la anterior legislatura con dirigentes de ERC. El problema de inicio radica ahí, en que se ha abordado como tema de gobierno (con baja), un asunto que, por su entidad, debería ser de Estado. Se trata de una medida simplemente por necesidad numérica, no se trata de un perdón consensuado por una amplísima mayoría en la Cámara Baja en aras, efectivamente, de la convivencia y la reconciliación en Cataluña y de Cataluña con el resto del Estado.

El paso de la ley por el Senado, la opinión de los jueces, la de la Unión Europea (sobre todo por lo que se refiere a la malversación), el regreso de Carles Puigdemont y su presentación o no a las elecciones catalanas, el resultado de las propias elecciones... todas estas variables hacen que en realidad la aprobación de la ley no significa terminar con este tema en la portada de los medios de comunicación, ya que son meses los que quedan por delante con este asunto. Y después de todo este esfuerzo, sin Presupuestos Generales del Estado a la vista en 2024 y sin la legislatura despejada.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído