Los brindis al sol pueden ser perjudiciales para la vista porque el sol es demasiado fuerte para mirarlo de frente. Le pasa como a la realidad, aunque en este caso el problema no es la vista sino la falta de visión estética, ética y política. No ver la realidad no es falta de vista ni la realidad la daña, solamente denota falta de capacidad, que también es grave porque un político incapacitado es un político nulo, peor todavía, más que inútil negativo. Y debe tenerse cuidado con los políticos negativos, que ya hemos sufrido bastantes.
Feijoo ha hecho un peligroso brindis al sol que le podría haber quemado las pupilas con lo que no podría ver la realidad. Y eso es un problema de falta de vista… política. Ha prometido gobernar en solitario, como si pudiera condicionar el voto de la ciudadanía, eso que nunca se sabe qué dirección tomará. Hay encuestas para dirigirlo, pero ni por esas conseguimos enterarnos hasta bien cerrados los colegios electorales. Después ya veremos por dónde sale, pero de momento se ha comprometido a no pactar con la derecha a su derecha (que ya es estar a la derecha, en tanto la derecha presuponga como presupone, favorecer a las oligarquías y a los grandes grupos empresariales). Y si no consigue mayoría absoluta ¿qué va a hacer? ¿caerá en la super contradicción de pactar en busca de una mayoría inestable?
La culpa es del sistema electoral español, en busca del bipartidismo, pero el bipartidismo está roto y por ahora lo normal que bien podría ser aceptado en vez de criticarlo cuando lo hace el otro, es tener que pactar para gobernar. No sería así si en lugar de votar partidos se votaran personas, pero este es tema para otro artículo.
Lo cierto, y el señor Feijoo y toda su plebe deberían saberlo, es que la Constitución se respeta y se cumple toda o no es válido. No es válido aferrarse sólo a un artículo de la Ley Suprema, y despreciar los otros ciento sesenta y ocho. Porque, recordemos entre otras cosas, que el Tribunal Constitucional debe renovarse en unos plazos concretos aunque no coincida con los intereses de su partido, que la ciudadanía, el pueblo español merece habitar una vivienda digna, que el trabajador merece un salario adecuado a sus necesidades, marcadas por el nivel de costos de la vida, que nos asiste a todos el derecho de manifestación, de petición y otros derechos reconocidos en la Carta Magna, y si no coincide con una ley —la ley mordaza, por ejemplo— es esa ley la que debe ser derogada. Y Así sucesivamente.
Es importante tener todo esto en cuenta a la hora de comprometerse y en el momento de cumplir los compromisos. Si llegara el momento y la suma de los votos recibidos por su partido más los de otro partido más a su derecha todavía, sumaran mayoría absoluta, debería recordar que prometió gobernar solamente si obtenía mayoría absoluta sólo con los votos de su partido, para así dar prueba de su buena fe y distanciarse de “esos otros” que se prestan a gobernar en coalición, una figura que usted tanto odia como si la coalición fuera un fraude al electorado, cuando en realidad es contar con la representatividad más amplia del electorado. Pero a usted no le gusta y lo respetamos siempre que no cambie de opinión cuando le sea necesaria.
En todo caso, cuando se persigue solamente la mayoría absoluta se persigue poder hacer y deshacer lo que guste al gobierno sin control de ningún otro estamento y menos aún de quienes le han otorgado la vara de mando. Sirve para hacer de rodillo o para dictar leyes mordazas de esas que tanto gustan a su partido. Eso es dictar y está feo querer ser dictador en una democracia (¿o no?) y en una Europa democrática como la que estamos (¿O no estamos en democracia? No debería ser necesario aclararlo). Señor Feijoo, la Constitución no sólo se defiende en aquello que afecte a los demás, o que usted crea que le puede afectar. Por el contrario es para cumplirla toda y por todos. Si quiere disuadirnos de la posibilidad de pactar con Vox, no pacten con ellos en ningún sitio. No olvidamos que las mayorías absolutas ejercitan el espíritu totalitario, por lo tanto no persiga la tentación.
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