Dando un repaso matutino a la prensa digital de Jerez, casi se me atraganta la tostada leyendo que el ejercicio municipal de 2013 se cerró con un superávit superior a los 52 millones de euros. En realidad no se me atragantó la tostada porque desayuno con galletas vegetales (cosas del colesterol), y claro, no hay frase hecha que se sostenga con galletas vegetales, pero la impresión fue la misma. Habitualmente resulta irritante la lectura de los números –de unos fríos números- que suelen hacer los políticos según estén en uno u otro lado, hablando de éxitos propios y fracasos ajenos sin que las cantidades se muevan un ápice.
Y es que los números descontextualizados no dicen nada. De nada sirve que el PP –en pleno mandato por entonces, en 2013- se muestre orgulloso de haber obtenido dichos resultados si oculta factores cruciales para su comprensión real, como son la venta de los derechos del canon del agua y la solicitud de los créditos ICO para el pago de deudas municipales atrasadas. Decir que se ha tenido un superávit de 52 millones de euros sin hacer mención a estos dos ingresos da a entender que dicha cifra se ha conseguido por la eficacia de la gestión en el día a día, y no por el cómputo de lo que los balances empresariales suelen considerar atípicos.
Atípicos que además, en el caso del agua, es evidente, pensando a futuros, que no ha sido un buen negocio, sin entrar siquiera a cuestionar la naturaleza misma de la venta de un bien considerado cada vez por más ciudadanos como social. Por añadir un toque de humor creo que los socialistas actualmente en el poder lo que deberían hacer es agradecer este dato y decir al partido rival que están a la espera de encontrar otros 52 millones (uno arriba, uno abajo) de superávit en el próximo informe del Instituto de Estadística de Andalucía, cuando publique los datos de 2014. En realidad sería una noticia estupenda para Jerez…
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