La calificación "histórica" está muy manida en política y en periodismo, incluso en la conversación coloquial diaria. El abuso siempre resta crédito a un término. Cuando parece pertinente usarlo resulta gastado.
Con ese riesgo, parece oportuno reivindicar el carácter histórico para el cambio que vivirán Andalucía, la provincia de Cádiz pero sobre todo el Campo de Gibraltar y La Línea de la Concepción este mes de enero.
El gobierno sitúa en esa fecha, apenas cuatro meses, el final de "la verja" que separa el peñón que acoge la colonia británica de Gibraltar del limítrofe término municipal linense.
Por no volver a la turra histórica ni recordar el Tratado de Utrecht (de 1713, nada menos), un resumen mínimo permite justificar el carácter excepcional del paso y usar sin pudor el concepto "acontecimiento" para lo que va a ocurrir con el inicio de 2026.
España y la colonia, La Línea y Gibraltar, han estado separadas físicamente -vallas, alambradas, palos y verjas- durante 115 años.
La última linde levantada por el ejército británico es de 1908. Con el cierre total posterior -en época franquista- y la reapertura progresiva -entre 1982 y 1985- lo cierto es que siempre ha sido necesario superar trámites, colas y controles. Con ser molesta o farragosa según épocas, la frontera era anecdótica.
Lo esencial, lo trascendental, era su simbolismo y su significado: separa dos formas de vivir, dos micromundos, dos realidades sociales, económicas, políticas e incluso jurídicas que ahora van a pasar a convivir sin limitaciones ni distingos de forma abrupta, de un día para otro.
"Las oportunidades son tan enormes como los problemas", resume Paco Mena, responsable de la Coordinadora Antidroga del Campo de Gibraltar y uno de los portavoces vecinales más prestigiosos y reconocidos de la comarca.
A los retos institucionales o fiscales, de seguridad o sanidad que resaltan los consultados, Mena añade uno personal, casi íntimo: "Son muchas las familias del Campo de Gibraltar que tienen vínculos a un lado y al otro. Muchas personas casadas con gibraltareños, o gibraltareños con españoles".
"Quiero acogerme a la famosa frase del ministro, eso de la prosperidad compartida, queremos que el final de la verja signifique justo eso. No es de recibo que a un lado haya una renta per cápita muy alta y, en el otro, mucha población empobrecida. Entendemos que hay que compartir esa prosperidad. No puede haber ni vencedores ni vencidos".
Juan Franco es el alcalde de La Línea, protagonista absoluta en esta histórica historia que parece llegar a su final, quizás provisional. Dirige con el mayor apoyo electoral de España un Ayuntamiento marcado por la vecindad con la única frontera interna de la Unión Europea, la que caerá en enero.
Una asombrosa y desigual frontera
Es la ciudad con los ciudadanos menos ricos de España entre los que viven en ciudades de más de 50.000 habitantes. En Gibraltar, los ingresos anuales por cabeza casi multiplican por diez los linenses. El municipio registra un hecho con poca comparación en todo el mundo, un asombroso caso de migración efímera y diaria.
Unas 15.000 personas (como media fluctuante en las últimas décadas) van a trabajar a Gibraltar y vuelven cada día. Emigran y retornan entre dos países, o dos realidades administrativas y jurídicas distintas. De todos ellos, unos 11.000 son nacidos o vecinos linenses.
"Tengo 50 años. Cuando nací, la verja estaba hasta cerrada con el drama que eso supuso, con familias separadas a un lado y al otro. La historia que todos conocen. Ahora llega el final de esta verja y la verdad es que supone un cambio de paradigma total en nuestra ciudad", recuerda el alcalde.
"Si alguien me preguntara cuándo habría querido que pasara esto diría que justo ahora", sorprende Juan Franco. El regidor linense afirma que un cambio tan brutal coge a su equipo de gobierno preparado o, al menos, volcado en la atención al terremoto sociopolítico que se avecina.
"En diez años de gobierno municipal que llevamos hemos podido sanear, no eliminar, la deuda. Recortarla de forma considerable. También hemos podido diseñar y aprobar un plan de ordenación urbana con una serie de inversiones muy importantes y el hecho de formar parte del gobierno provincial también influye".
El impacto que todos esperan valorar es el diario, el cotidiano, el particular. Cómo se trasladan las grandes frases de los dirigentes políticos al pequeño trámite personal, a la compra y la venta, a la pensión, el sueldo, el transporte, la ida y la vuelta.
Pensiones, empleo, salarios
"Estamos esperando la letra pequeña del acuerdo. Las grandes líneas maestras están marcadas", matiza Mena. Cuando se le piden ejemplos, aparecen muchos: "El tratamiento que se le va a dar a los pensionistas de Gibraltar, a los que hayan trabajado allí, que lo que les quede no sea una pensión ridícula en comparación con la de un gibraltareño".
"Los más de 15.000 trabajadores en activo españoles, mayoritariamente de La Línea, deben tener las mismas condiciones laborales que los de Gibraltar. Que se revoquen las diferencias y se igualen las bases de cotización, todos los derechos".
El alcalde de La Línea admite que el primer día sin verja será "muy espectacular, con muchas fotos, muchas cámaras y mucha expectación, es lógico, pero buena parte del trabajo empieza precisamente esa mañana por más que nos hayamos preparado".
Junto a los derechos laborales, las infraestructuras de transporte o la comunicación diaria que tengan a su disposición los ciudadanos aparece como una de las preocupaciones básicas.
Inicialmente, desde el próximo enero, la provincia de Cádiz pasa a tener dos aeropuertos: Jerez y Gibraltar. El segundo aún tiene grandes limitaciones en cuanto a vuelos y conexiones pero deben ir cayendo con el paso de los meses. Lo que viene después puede ser una revolución para los usuarios.
"Si alguien piensa que van a llegar aviones llenos de alemanes para ir a Tarifa para hacer windsurf le digo ya que, una vez aterricen en Gibraltar, tendrán que coger un barco porque la carretera es horrorosa. Yo he estado más veces de vacaciones en Quintanilla de Onésimo que en Tarifa porque es más fácil", describe Juan Franco.
Tráfico aéreo y del otro
El proceso de adaptación del aeropuerto a la vida cotidiana de campogibraltareños, gaditanos y visitantes no será rápida ni sencilla: "España y la Unión Europea no reconocen ese aeropuerto como tal. Es decir, ahora mismo un Gibraltar-Varsovia o un Gibraltar-Milán no existe, no puede ser. Sólo son vuelos a Gran Bretaña".
"Por supuesto que esa situación avanzará y será fundamental para el turismo, será una oportunidad impresionante pero en ese apartado también queda mucho que trabajar cuando caiga la verja. Eso sí, también digo. Más aviones, más ruido, más contaminación".
El alcalde habla desde su despacho en el Ayuntamiento: "Si salgo ahora andando, a pie, despacio porque tengo una rodilla regular, llego al aeropuerto en 20 minutos. Esa situación no se da en ninguna otra ciudad de España y también habrá que analizar el impacto de ese aeropuerto en la ciudad si crece su tráfico".
No sólo ese tránsito puede crear dificultades: "De un día para otro podemos encontrarnos con 20.000 coches más circulando por La Línea y el sistema viario, las calles, los semáforos, los cruces, no están diseñados para esa situación. Hay que adaptarse en todo".
"La Línea es la única ciudad de España con más de 60.000 habitantes sin estación de tren. Puede tener aeropuerto antes que estación"
Mena incide en el atraso que toda la comarca sufre en materia de transportes públicos: "La Línea es la única ciudad de España con más de 60.000 habitantes sin estación de tren. Puede tener aeropuerto antes que estación. Por carretera, igual, La Línea está estrangulada, es un cuello de botella con los dos únicos accesos que tiene".
Las soluciones a los problemas inminentes, aunque alguno tiene décadas de antigüedad, es el dinero: "Al propio Ayuntamiento de La Línea hay que darle una fuente de financiación para muchas cosas a partir de ahora. Sin ir más allá, por mencionar una necesidad entre muchas, para ampliar la plantilla de la policía local".
Para evitar el pesimismo, añade inmediatamente que "también van a crecer las oportunidades de crear y encontrar empleo, va a crecer la libertad y la movilidad, eso siempre es motivo de alegría pero con cada avance aparecen flecos y no podemos dejar que su tratamiento se eternice. Lo que se deja para más adelante suele acabar en el más allá, en nada".
"Con cada avance aparecen flecos y no podemos dejar que su tratamiento se eternice. Lo que se deja para más adelante suele acabar en el más allá, en nada"
"El Ayuntamiento de La Línea ha elaborado un amplio memorándum que analiza, pormenorizadamente, pues todas las posibles aristas que puede haber en este acuerdo. Es público, de libre acceso, está publicado en la web municipal".
"Va a ser un cambio enorme para toda la comarca y la provincia pero el único territorio que tiene la frontera física es La Línea, somos nosotros, con una circunstancias peculiarísimas y conocidas por todos. Cuando se anunció el Brexit, en un tiempo récord de diez días, ya teníamos elaborado un documento y ahora existen otros igual de necesarios".
El ministro y la vivienda
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, acataba este viernes que "La Línea es sin duda el municipio europeo más afectado por el Brexit. Es un acuerdo histórico de país, para el Campo de Gibraltar, para Andalucía y los andaluces".
Albares dice conocer la documentación preparatoria del Ayuntamiento de La Línea y la ensalza con matices: "No va a resolver todos los problemas que puedan tener La Línea y el Campo de Gibraltar pero desde luego que evita muchos problemas futuros y abre un nuevo cauce de futuro para La línea, el municipio más afectado".
Franco traduce al idioma cotidiano esas dudas: "Al día siguente de que caiga la verja empiezan los problemas. También son oportunidades. Ejemplo: ¿qué va a pasar con la vivienda? Que un vecino de Cádiz o de Jerez imagine que tiene el precio a 6.000 euros el metro y que en Puerto Real o en una pedanía de Jerez aparece a 1.500 euros, de un día para otro".
"Esa situación, entre Gibraltar y La Línea, a poco más de un kilómetro, se puede dar. Gracias a Dios nos coge con un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y en la ciudad se están construyendo ahora viviendas. No para el gran poder adquisitivo, son viviendas a precios, más o menos, entre comillas, asequibles".
"Por ahí estamos trabajando para buscar soluciones, para ofrecer vivienda pública a un precio todavía más asequible, para que los vecinos tengan acceso y evitar que, de un mes para otro, el precio no se dispare".
Franco tiene motivos para confiar: "No creo que de repente haya tal demanda de vivienda como para que suceda eso en La Líniea pero tenemos que adelantarnos. Conozco a un grupo de gibraltareños que ha comprado ya diez, quince pisos en La Línea".
En cada apartado del somero análisis aparecen oportunidades pegadas a las dificultades: "También hay ya inversores que hasta la fecha no querían venir y están viniendo. Un proyecto de hotel es el último ejemplo pero hay muchos más".
Una dificultad, y una oportunidad, a cada paso
"¿Y las aguas residuales? ¿la gestión de los residuos, de las depuradoras? Gibraltar hasta ahora no depura las aguas ¿si construyen una planta la conectamos a la red de alcantarillado de La Línea o no? Eso supondría dar servicio a 40.000 personas más y es un trabajo de ingenieros".
Hasta la eliminación física de la verja y los controles, que parece una gran noticia por esperada durante tanto tiempo, ofrece sombras: "Hay cientos de personas que trabajan en esos puestos, en consignatarias de aduanas, en labores ligadas al control diario. Esos puestos de trabajo se pierden. Hay que recolocar a esas personas".
La seguridad, con dos sistemas legales y policiales distintos, ofrece muchas incógnitas por aclarar: "Imagínate una pareja mixta, con una española y un gibraltareño, o al revés. Se produce un episodio de violencia de género. Una de las dos personas se va al otro lado de la actual verja, incluso con niños".
"Los ministros no pueden ponerse a discutir eso pero nosotros sí debemos. Son dos jurisdicciones completamente distintas, sin conexión. Puede haber delitos de este tipo y hay que arreglarlo ¿Qué servicios sociales intervienen? ¿qué policía? ¿qué código penal se aplica?".
¿Qué pasa con el narcotráfico?
La seguridad es una de las claves eternas en una de las fronteras naturales más conflictivas del mundo, la del Estrecho de Gibraltar entre Europa y África. Presencia militar, tráfico de personas, droga o desequilibrios entre territorios son consecuencias inseparables.
Para Mena, el conflicto histórico del narcotráfico no debe sufrir un agravamiento con la caída de la verja: "A ver Gibraltar no produce narcotráfico. La droga no pasa por Gibraltar. Entre otras cosas porque su código penal es mucho más duro. Al que se le ocurra meter droga, si le cogen, se lo llevan a Londres, va a la cárcel en el Reino Unido con legislación más severa".
Bien al contrario, el fin de la verja, puede resultar un alivio a medio plazo: "La seguridad hay que mantenerla, aumentarla, pero hay esperanza. Si se produce un alza económica en la comarca, y entendemos que la puede haber, habrá más oportunidades para que los jóvenes puedan elegir entre una vida honrada y una vida dentro del narcotráfico".
"Muchos optarán por seguir en el dinero fácil y rápido pero puede que otros, más que ahora, puedan optar a un trabajo honrado, a una oportunidad. La tentación del delito siempre va a estar pero si hay más oportunidades para los jóvenes puede darse una mejora".
Más allá de la Bahía de Algeciras
La transformación que supone eliminar una frontera es tan grande que supera sus límites geográficos. Es obvio que La Línea es la población más afectada junto a la colonia británica pero el impacto llega más allá.
Francisco Ruiz Giráldez es concejal del PSOE en Tarifa y fue alcalde, participante en numerosos encuentros de trabajo. Su análisis, desde cierta distancia, coincide el de los dirigentes que están sobre el terreno.
"Desgraciadamente, a nivel de infraestructuras, seguimos teniendo la carretera nacional que nos conecta con la Bahía de Algeciras como la tenemos. No es un vínculo tan directo".
"Existe cierta preocupación por la nueva situación aunque el grupo de personas de Tarifa que trabaja en Gibraltar o en su entorno no es muy grande. Es un colectivo de unas decenas de personas, sobre todo trabajadores de la construcción y de empresas de tecnología, del sector digital".
"Más que laborales o sociales, quizás hay más expectativas desde Tarifa con el aeropuerto. Ahí se abre una ventana en la que hace años que empezamos a trabajar en ferias internacionales y en foros turísticos, en Londres, en Berlín".
Al igual que Juan Franco, Ruiz Giráldez recuerda que esa conexión aérea del Campo de Gibraltar con el resto del mundo es "posible y próxima pero aún no existe". Todavía tiene muchas limitaciones pero "en un tiempo puede marcar un salto cualitativo para la comarca".
Como vecino, edil y ex alcalde de una potencia turística provincial, admite que ha pensado en la posibilidad futura de que "algunos vuelos que ahora van a Málaga, Jerez o Sevilla puedan llegar a la comarca cuando Gibraltar tenga permisos y demanda para contar con más conexiones".
"Se ha realizado un trabajo de comunicación muy importante en estos años. Otros alcaldes de la comarca, como yo, hemos hablado hasta con seis ministros de Asuntos Exteriores distintos y la negociación seguirá. Hay mucha problemática legal, jurídica, incluso técnica, pero también muchas oportunidades. Hay que seguir trabajando, con verja o sin verja".
"Que no haya una frontera física también mejorará las relaciones interpersonales. No hablamos sólo de vuelos en un futuro, ojalá cercano, también de que esa barrera física desaparezca, por ejemplo para personas que puedan tener una segunda residencia en Tarifa, es un colectivo que aún no es muy grande pero se debe tener en cuenta".
Algeciras y Junta de Andalucía lideran a los críticos
El alcalde de Algeciras y senador del PP, José Ignacio Landaluce, es de los que lamenta que apenas se conozcan los mil detalles y flecos de un cambio, la caída de la verja y la frontera, de carácter histórico.
Esta semana renovaba su "preocupación por el vacío de contenido que ha transcendido" de la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo británico, Starmer.
"El Campo de Gibraltar permanece ajeno a cualquier información que pueda esclarecer las lógicas dudas que se plantean en torno a las nuevas relaciones que deberán marcar el día a día de los dos territorios que comparten la verja. No sabemos en que términos se planteará esa relación urdida a espaldas de la comarca".
Para Landaluce, "hasta el momento solo hemos asistido a gestos puntuales como la anunciada desaparición física de la Verja, cuyo beneficio para los trabajadores transfronterizos es innegable y nos satisfacemos por ello, pero que no es suficiente para justificar el oscurantismo sobre el resto de cuestiones importantes".
El consejero de Presidencia e Interior de la Junta de Andalucía, el jerezano Antonio Sanz, también se suma a las críticas por "la falta de transparencia en cuanto a la información obligatoria con la que debería contar la administración autonómica sobre el acuerdo con Gibraltar".
"Andalucía ha apostado siempre por un acuerdo, lo que no podemos es perder la oportunidad de tener el mejor acuerdo. La obsesión no es quitar la Verja, es equilibrar social y económicamente el Campo de Gibraltar. Si eso no se corrige, lo que dice el ministro de prosperidad compartida va a quedar en desigualdad compartida".
Traición para Vox
El portavoz de Vox en Andalucía, Manuel Gavira, considera un "acto de traición" el que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, dijese que el acuerdo sobre Gibraltar era "afortunado" tras la reunión con el primer ministro británico, Keir Starmer, asegurando que "afortunado" sería "si recuperamos la soberanía sobre Gibraltar".
Gavira cree que España "tenía una posición de fortaleza" en las conversaciones con Reino Unido y "la hemos desaprovechado". "Nos vamos a dejar humillar otra vez y a conformar con unas migajas. Hemos perdido una oportunidad histórica", ha afirmado el portavoz de Vox durante una visita a la localidad gaditana de Algeciras.
