Un trozo de Sri Lanka en el corazón de Jerez

En unos tiempos en los que las cadenas de franquicias y las grandes superficies se comen la mayor parte del suelo comercial de las ciudades, una pequeña tienda de tés e infusiones presume de casi 13 años de existencia. “Cuando abrimos en mayo de 2006 no existía en Jerez ninguna tienda de este tipo y apenas se vendía té a granel”, dice Charo Alcón, la propietaria de Aromas de Té, mientras abre una de las más de cien cajas con las que despacha tés de todos los colores (literalmente). Después de trabajar más de 10 años como comerciante en otro establecimiento y otros cinco como administrativa, esta jerezana encontró una salida laboral con el autoempleo.

Negro, rojo, verde, azul y blanco. “También tengo sin teína, tisanas e infusiones”, comenta. “¿Lo del té? Fue casual. Una amiga me encargó comprar té negro de chocolate en una tienda de Granada y descubrí este mundo”, se sincera. Un “mundo de aromas y sabores” que le sorprendió, tanto por sus distintas variedades como por sus beneficios para la salud. Charo decidió emprender su aventura en un pequeño rincón de la plaza del Progreso, a las espaldas del centro comercial Los Cisnes. “El comienzo fue bastante difícil, y me hice la clientela a base de dar a conocer el producto y sus beneficios una y otra vez”, recuerda. “El té, en cada una de sus variedades, es muy saludable”, afirma. Uno de ellos, el té blanco, también llamado “elixir de la juventud”, es de hecho uno de los mayores antioxidantes del mundo, y estuvo reservado para el consumo de los emperadores chinos durante siglos.

Charo despachando una bolsita de té a granel. FOTO: MANU GARCÍA.

Sobre la invención del té cuenta la leyenda que fue el emperador chino Sheng Nung quien lo descubrió hace casi 5.000 años. Mientras reposaba a la sombra de un arbusto, hervía agua en un recipiente. Unas hojas de ese arbusto —el árbol del té— cayeron casualmente en el agua en ebullición. El agua cambió de color y empezó a desprender aromas que al emperador le sorprendieron. Lo probó: "¡Delicioso!" Muchos siglos más tarde, en la dinastía Tang, el budista Lu Yu recopiló la historia de esta infusión. Yeisei lo llevó a Japón y en época moderna, siglo XVII, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales junto a los británicos lo trajeron a Europa.

“Ya se vende té envasado y a granel en todos sitios, por lo que cada vez es más difícil mantenerse como pequeño negocio con esto”, explica. “Si a esto le sumamos los inconvenientes que todos conocemos del centro de Jerez, no nos queda otra que reinventarnos”. Con el cierre en enero de varias tiendas en el entorno, y numerosos locales vacíos, la comerciante declara que en la plaza del Progreso hay menos movimiento que hace diez años y no esconde su preocupación. “Los pequeños comerciantes no podemos acceder a la mayoría de los locales porque son prohibitivos”, dice. “Los dueños esperan que vengan las franquicias y los grandes a pagar lo que ellos quieren”.

Un detalle de las estanterías del establecimiento. FOTO: MANU GARCÍA.

A su espalda, una de las cajas dice “silueta de verano”. Se trata de una de las mezclas de tés e infusiones que ayudan a adelgazar. El té azul, también llamado oolong, un tipo de té a camino entre el verde y el rojo, hace lo propio con su efecto quema-grasas. “El té rojo ayuda a adelgazar, el té verde retrasa el envejecimiento y el té verde es estimulante”,  cuenta mientras se aproxima a coger uno de los juegos de té que también vende. Al lado se encuentran los rooibos, una infusión de origen sudafricana que no tiene teína y está de moda. “Lo importante es calentar un agua de calidad entre 70 y 90 grados y dejar siempre reposar el té el tiempo que indico en la bolsita”, especifica.

En frente del establecimiento, unos niños juegan en uno de los pocos parques infantiles que hay en el centro de Jerez. “Ayudaría que una de las tardes con menos afluencia en el centro, como la de los lunes, no hubiera ORA (zona azul)”, lanza como propuesta. “Los negocios abren y cierran, es algo que está pasando en todos lados”, añade acto seguido. La jerezana, que resistió los envites de la crisis rodeada de montañas de té, como si estuviera en una aldea de la antigua Ceilán —hoy Sri Lanka—, cree que la única fórmula que existe es “darlo todo”, desde el servicio a domicilio al buen trato con el cliente. La única forma de convertir la lágrima de la India en una sonrisa aderezada con cardamomo y canela.

Aromas de té se encuentra en la plaza del Progreso y abre de lunes a viernes, de 10.15h a 13.45h y de 17.30h a 20.30h. Los sábados, en horario de mañana, de 10.30h a 14.00h. Su teléfono de contacto y pedidos a domicilio es el 669 77 99 89.