Las futuras viviendas del Prado de San Sebastián, en Sevilla, ya han sido presentadas. Se ubicarán en el edificio de varias plantas entre Diego de Riaño y Virgen de la Sierra, tras la demolición previa compra y compensación a los propietarios.
El proyecto no ha estado exento de complicaciones, toda vez que el bloque había sido declarado inhabitable. El futuro residencial El Prado ocupará una parcela de más de 7.700 metros cuadrados, con cuatro edificios y un total de 53 viviendas. La promotora espera que el volumen de negocio supere los 50 millones de euros, a cerca de un millón de euros como mínimo de media cada casa. Las más baratas rondan el medio millón de euros, las de una habitación. Los bloques cuentan grandes balcones y una entrada a doble altura por Diego de Riaño, que conecta con un patio ajardinado desde el que se accede a las viviendas.



Las casas, por dentro, son de estética exclusiva: tipologías que van desde uno hasta cinco dormitorios, amplias terrazas y áticos con piscina privada. Todas con ventilación cruzada, doble orientación y vistas que, prometen, van desde la Giralda hasta la Plaza de España. Además, el residencial tendrá 95 plazas de aparcamiento y 56 trasteros en el sótano, más una piscina comunitaria en la azotea.



Los arquitectos Javier Jiménez Sánchez-Dalp y Javier Romero han tenido que lidiar con varias complejidades, dice Grupo ABU. Han optado por cornisas horizontales potentes, fachadas con predominio de macizos y un acabado que busca el equilibrio entre “tradición y contemporaneidad”.
En el Prado de San Sebastián, y en el entorno del centro de Sevilla, ya no quedan muchos espacios por construir. De hecho, el complejo comparte barrio con algunos de los edificios históricos más reconocibles de Sevilla, como la antigua estación de Cádiz o la Real Fábrica de Tabacos.



