La Hermandad de la Buena Muerte y la Esperanza, conocidos como ‘Los Gitanos’ de Utrera, ha convocado la presentación oficial de los actos del II Congreso Nacional de Hermandades y Cofradías de los Gitanos de España, que se celebrará el próximo 3 de septiembre.
Este evento no será una cita cualquiera: la edición coincide con la conmemoración de los 600 años de la llegada del pueblo gitano a España, un hecho que “no solo enriquece la memoria histórica, sino que invita a reflexionar sobre el fecundo legado cultural, humano y espiritual que la comunidad gitana ha aportado a lo largo de seis siglos de presencia en nuestra tierra”.
Un congreso con sello histórico
Durante tres días, la localidad sevillana de Utrera se transformará en un auténtico punto de encuentro para hermandades gitanas de toda España. El programa de actividades incluirá ponencias académicas, mesas redondas, conferencias, actos litúrgicos y celebrativos, además de momentos de convivencia que buscan estrechar lazos de fraternidad.
El objetivo de este Congreso será múltiple: reforzar la fe, resaltar el valor cultural y poner en primera línea el legado histórico que el pueblo gitano ha dejado en la religiosidad popular española.
Seis siglos de presencia gitana
La coincidencia con el sexto centenario otorga a este Congreso una relevancia única. Los organizadores lo definen como una cita que “pretende ser tanto un homenaje a los antepasados como un compromiso renovado con la evangelización, la tradición y la integración plena en la vida social y religiosa”.
Este aniversario no se limitará al aspecto religioso, sino que se perfila como un hito cultural e histórico de alcance nacional, en el que se mezclan fe, historia y cultura.
En palabras de la organización, el II Congreso Nacional de Hermandades de los Gitanos se convertirá en un acontecimiento “donde se funden historia, fe y cultura en el marco incomparable de una efeméride de seis siglos”.
La cita del 3 de septiembre no solo convocará a hermandades, sino también a quienes quieran sumarse a un evento que trasciende lo cofrade para convertirse en una celebración de memoria, identidad y espiritualidad.