Patrullando contra el cáncer en el hospital: la emotiva visita de la Policía Local de Sevilla a los niños enfermos

Un grupo de quince agentes visita el área de Oncología Pediátrica, el Hospital de Día, la sala de Urgencias, la planta de hospitalización infantil y la sexta planta del Hospital de la Mujer

La emotiva visita de agentes de la Policía Local de Sevilla al Virgen del Rocío.
La emotiva visita de agentes de la Policía Local de Sevilla al Virgen del Rocío.

Tras dos años de ausencia por culpa de la pandemia, la Policía Local de Sevilla, a través de la Escuela del Cuerpo, ha visita el Hospital Virgen del Rocío para patrullar contra el cáncer, cambiando la rutina habitual de los niños enfermos en dicho centro hospitalario. 

Quince agentes han visitado el área de Oncología Pediátrica, el Hospital de Día, la sala de Urgencias, la planta de hospitalización infantil y la sexta planta del Hospital de la Mujer con la clara misión de aportar un poco de aire en la larga lucha diaria de los pacientes. 

Una de las agentes, Laura, se convirtió en una de las superheroínas policías que visitaron Oncología Pediátrica. Esta policía local venció recientemente al cáncer y ha querido volver a aquellos pasillos para darles toda la fuerza a quienes ahora están padeciendo la enfermedad.

Adriana, una niña de 12 años, ha contado a los agentes que quiere ser como su padre: "Alta, fuerte y policía". Su padre es funcionario de prisiones, peor ahora pasa los días junto a su pequeña en este hospital sevillano. Este hombre, natural de Jerez, no puede evitar las lágrimas al encontrarse con los agentes que han visitado a su hija.

Joaquín, otro pequeño que viene de la provincia de Huelva, es “un capillita” que se rebela cuando los agentes le preguntan si les regala la Cruz de Guía que ha hecho con dos tableros la profe Ana. Al entrar en su habitación hay varios palios de Semana Santa en miniatura. Uno es de la Virgen de la Esperanza.

Marcos, gaditano con gran madurez y tan solo 12 años, quiere ser torero. Alba, de 10 años, sonríe cuando le colocan la gorra de la Policía Local. Asilah es una peque que se prepara para un tratamiento próximo. Pequeñas historias de grandes luchadores. 

Al acabar la visita y regresar a las patrullas, Laura reconoce estar "muy emocionada". Ella ha pasado por momentos muy difíciles entre esas paredes, pero "tenía que hacerlo, tenía que volver para arrancar una sonrisa a esos pequeñas y a sus padres. Esto es algo que no tiene precio. Es la mayor recompensa que puedo tener".

Sobre el autor:

R. G.

Periodista con más de veinte años de experiencia en los medios de comunicación (prensa escrita, digital, radio y televisión). Autor de 'Nosotras. Historias del olvidado deporte femenino' y otros seis libros más. Recuperando la ilusión por contar la vida en lavozdelsur.es

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