Todos los ayuntamientos de Sevilla que solicitaron el Programa de Generación de Empleo Estable recibirán financiación. La Comisión Provincial de Seguimiento del Programa de Fomento de Empleo Agrario (PFEA) ha dado luz verde a todas las propuestas presentadas por los 82 consistorios sevillanos que concurrían a los Proyectos Generadores de Empleo Estable, una de las dos líneas que integran este plan junto con los Proyectos de Garantía de Rentas. En total, la convocatoria de 2025 supone una inversión en la provincia de 42,6 millones de euros.
La reunión contó con representantes de la Diputación de Sevilla, la Junta de Andalucía, sindicatos y organizaciones agrarias, además de técnicos especializados. Todos ellos analizaron el reparto de fondos marcado desde la Comisión Regional. Este año, según se subrayó, se mantienen las mismas cifras de inversión tanto a nivel provincial como regional que en la convocatoria anterior.
En concreto, el Gobierno detalla que los municipios sevillanos recibirán 8,85 millones de euros a través del Programa de Generación de Empleo Estable. A esta cifra se suman los 33,8 millones aprobados en abril mediante el Programa de Garantía de Rentas, que ya forman parte del mismo paquete de ayudas.
Cómo se reparten los fondos
Los Programas de Empleo Agrario se dividen en dos subprogramas: el de Generación de Empleo Estable y el de Garantía de Rentas. En este último, la cuantía que corresponde a cada localidad se asigna directamente por el SEPE, tomando como referencia factores como la población, la oferta y la demanda de trabajo.
Según explica la Diputación de Sevilla en una nota, en el caso del Programa de Generación de Empleo Estable, la finalidad es favorecer la incorporación de trabajadores en actividades emergentes vinculadas al sector agrario. Entre ellas destacan actuaciones agroforestales, medioambientales o relacionadas con recursos propios del territorio.
Para decidir los proyectos beneficiarios y sus importes, se han valorado aspectos como la creación de empleo directo e indirecto de carácter estable, el impacto de las obras en el desarrollo rural, la capacidad de cofinanciación municipal, la continuidad de proyectos previos o la atención a zonas castigadas por una mayor destrucción de empleo.
En definitiva, ningún ayuntamiento sevillano se ha quedado fuera de este reparto, lo que garantiza una inversión significativa que busca no solo generar puestos de trabajo, sino también impulsar nuevas oportunidades en el campo y en el entorno rural de la provincia.