El presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández, ha reivindicado este viernes el papel esencial de la agricultura como "espacio claro para afianzar y mantener a la población en aquellas comarcas con menos oportunidades geopolíticas e industriales". Lo ha hecho durante la Jornada Agricultura y Energía: sectores estratégicos para la Unión Europea, celebrada en Sevilla, en la que también se entregó el 11º Premio Asaja Sevilla–ICAM.
El encuentro, organizado por Asaja Sevilla y el Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales (ICAM), sirvió para reconocer la labor de personas e instituciones comprometidas con el desarrollo del campo. En esta edición, la distinción de honor recayó en Cristina Lobillo, directora para la Seguridad Energética y Relaciones Internacionales de la Comisión Europea, por su trayectoria profesional, su excelencia y su defensa del sector agrario.
Durante su intervención, Fernández destacó la relevancia del sector agrario sevillano y su capacidad para generar progreso y cohesión social en territorios alejados de los grandes polos industriales. "La agricultura es clave para fijar población y generar oportunidades en las comarcas que no disponen de la capacidad industrializadora de la Corona Metropolitana", subrayó.
El presidente provincial puso en valor la fortaleza del campo español y andaluz, al que calificó como "uno de los sectores más innovadores del país, junto con el de la alimentación". Recordó que en España existen más de 2.500 proyectos de I+D+I vinculados a la agricultura, "una muestra del avance hacia la modernidad de un sector imprescindible para la economía y el bienestar".
Fernández definió al campo como "tradicional y moderno a la vez", y elogió su papel durante la pandemia del covid. "Proporcionasteis certezas y seguridad cuando más falta hacía, asumiendo la responsabilidad de alimentar a 50 millones de españoles y a los 94 millones de turistas que nos visitan cada año", señaló, destacando su contribución al Producto Interior Bruto nacional y andaluz.
En su discurso, el presidente abordó los principales retos del sector, con especial atención al cambio climático, al que calificó como "el factor que va a marcar el presente y el futuro de la actividad agraria". También instó a reforzar las inversiones en innovación para lograr un uso más eficiente del agua, "un recurso cada vez más estacional", y desarrollar cultivos más resistentes frente a las alteraciones meteorológicas.
La incorporación de mujeres y jóvenes
Asimismo, insistió en la necesidad de incorporar a mujeres y jóvenes al campo con garantías de igualdad y conciliación. "La agricultura del futuro debe construirse con bienestar y oportunidades para todos", defendió, subrayando la importancia de una Política Agraria Común (PAC) sólida que respalde esa transición generacional.
Fernández advirtió también de los efectos de la inestabilidad internacional sobre el campo europeo. "Sois muy conscientes de que la agricultura se ve afectada por lo que ocurre en cualquier parte del mundo. Ante las guerras, la escasez o las incertidumbres arancelarias, la PAC debe ofrecer un marco estable que nos permita abrir mercados y no depender de decisiones ajenas al continente", apuntó.
La jornada concluyó con la entrega del galardón a Cristina Lobillo, cuyo trabajo en la Comisión Europea fue destacado como ejemplo de compromiso con el equilibrio entre energía, sostenibilidad y desarrollo rural. El acto reunió a representantes institucionales, empresariales y del sector agrario, que coincidieron en subrayar la importancia estratégica de la agricultura y la energía como pilares del futuro europeo.
