La Virgen de los Olmos, advocación mariana ligada históricamente a la Giralda, vuelve a cobrar protagonismo gracias a un artículo difundido por la Catedral de Sevilla que rescata su profundo arraigo en la ciudad. La Seo hispalense recuerda cómo esta imagen, hoy casi olvidada entre los visitantes que pasean bajo la torre, fue en los siglos XV y XVI una de las advocaciones más queridas y populares por los sevillanos.
Se trata de una talla anónima del siglo XIV, esculpida en alabastro sin policromar, que durante siglos ocupó un lugar destacado en el antiguo Corral de los Olmos, espacio donde se reunía el Cabildo antes de 1533. La escultura se situaba en la puerta principal de ese recinto rodeado de grandes olmos, árboles que, según señala la investigación, “simbolizaban la fortaleza del creyente ante su Fe y las Escrituras”.

Situada en la Giralda en el siglo XVIII
Cuando aquel corral fue demolido en 1791, la imagen pasó a una hornacina del lado este de la Giralda, donde permaneció hasta su posterior restauración. Hoy, lo que puede verse en ese mismo lugar es una réplica colocada en 1986, mientras que la pieza original se conserva en el interior de la Catedral.
La descripción artística subraya el valor de esta obra, que mide 81 x 28 x 23 centímetros y representa una escena maternal siguiendo el modelo iconográfico de la Hodegetria, término griego que significa “la que guía el camino” y que la tradición atribuye al evangelista Lucas. La Virgen aparece revestida con un elegante ropaje, sosteniendo al Niño en su brazo izquierdo. El artículo difundido por la Catedral detalla cómo el gesto del pequeño, tocando la diadema de su Madre, alude a la coronación de María, mientras que el ramo de flores que ella porta simboliza la misericordia.
La original se preserva en la capilla bautismal
La mirada compartida entre ambos se interpreta como una expresión de ternura y complicidad, en sintonía con la cita del salmo: “La misericordia y la felicidad se encuentran, la justicia y la paz se besan” (Sal 85, 11), según recoge el estudio.
En la actualidad, la imagen original puede contemplarse en la capilla bautismal, conocida también como Capilla de San Antonio, donde se expone sobre un capitel de mármol. Una ubicación discreta para descubrir de cerca a una imagen que durante siglos, formó parte esencial del devocionario mariano de Sevilla.


