La Guardia Civil de Tráfico de Sevilla ha interceptado a un hombre de 70 años que circulaba en sentido contrario por la autovía A-66, poniendo en grave riesgo la seguridad de otros conductores. El individuo dio positivo en cocaína y cannabis (THC) tras ser sometido a las pruebas correspondientes, según ha informado la Benemérita.
El incidente ocurrió cuando los agentes se dirigían a cubrir una incidencia y se encontraron de frente con el vehículo circulando por los carriles en sentido Mérida, pero desde Sevilla. De inmediato activaron el protocolo de emergencia para situaciones de riesgo extremo, desplegando señales acústicas y luminosas.
Persecución controlada y detención sin daños
Gracias a la rápida intervención, los agentes de la Agrupación de Tráfico lograron alcanzar y neutralizar el vehículo, obligando al conductor a detener la marcha antes de que se produjera una colisión frontal. “La actuación evitó un peligro inminente de siniestro vial”, destaca el comunicado oficial.
Una vez detenido, el conductor fue identificado e imputado por un delito contra la seguridad vial. La prueba de drogas confirmó la presencia de cocaína y tetrahidrocannabinol (THC) en su organismo, este último componente activo del cannabis, lo que agrava la peligrosidad de su conducta al volante.
Conducción temeraria bajo efectos de drogas
El septuagenario no solo infringió las normas de circulación al invadir los carriles contrarios, sino que lo hizo bajo efectos de sustancias psicoactivas, lo que multiplica el riesgo de causar una tragedia en carretera. Este tipo de conducta está penada con graves sanciones penales y administrativas.
La Guardia Civil ha recordado que el consumo de drogas y alcohol es uno de los factores más determinantes en los accidentes de tráfico graves, y reitera la necesidad de tolerancia cero al volante. Los agentes continúan investigando las circunstancias que rodearon el caso.
Este suceso se suma a otros episodios recientes que muestran el aumento de casos de conducción temeraria bajo los efectos de drogas en las carreteras españolas. Las autoridades instan a la ciudadanía a denunciar conductas peligrosas y colaborar para evitar siniestros viales.
Gracias a la rápida intervención de los agentes, no hubo que lamentar víctimas ni heridos. El conductor será puesto a disposición judicial y podría enfrentarse a penas de prisión, retirada del permiso de conducir y cuantiosas multas.


