Las hermanas del convento de clausura de Santa Paula de Sevilla han enviado una carta abierta ante las llamadas telefónicas que están recibiendo desde que se conociera el positivo se su priora a mediados de septiembre. El caso de contagio obligó a que las 19 religiosas que forman parte de esta comunidad se confinaran y extremaran las medidas sanitarias.
La principal fuente de ingresos de las monjas es su museo, pero debido a la situación actual "han bajado muchísimo" por la caída del turismo. Según explica la madre priora, Sor Tiyama Irimpan en la carta, "la mayoría de las hermanas estamos contagiadas y el monasterio está cerrado por completo, ni siquiera tocan las campanas y hemos tenido que suspender todo acto comunitario, tampoco acudimos a Coro, cada hermana hacemos la oración en particular".
La religiosa expresa que "la mejor ayuda que podríamos recibir es que cuando ya estemos curadas y podamos abrir el torno y el museo, vengan a visitarnos" y recuerda que el monasterio, de la Orden de San Jerónimo, catalogado como monumento histórico situado en el centro de Sevilla, se podrá visitar en grupos de 10 y la entrada a 4 euros. Además, "comprar alguna de nuestras mermeladas, sería la mayor ayuda que nos podrían hacer porque sería un reconocimiento a nuestro trabajo y a nuestra forma de vida", dice.
La misiva ha sido enviada a todas las hermandades de Sevilla confiando en la solidaridad de la ciudadanía para afrontar esta circunstancia. Actualmente, aunque el grupo esté formado por 21 religiosas, dos de ellas viajaron a la India y aún no han podido regresar por la pandemia.
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