Lo de la quema intencionada de contenedores de basura en Los Palacios y Villafranca es un caso de estudio. Los bomberos están hartos de emplear tanto esfuerzo y recursos en estas gamberradas que rara es la semana en que no se reproducen. El año pasado, cuando una sentencia del Juzgado de Menores condenó a dos chicos del pueblo a una pena de 12 meses de tareas socioeducativas por quemar contenedores –y a sus padres a pagar 3.380 euros al Consistorio palaciego-, el equipo de gobierno de Juan Manuel Valle (IP-IU) reconoció que solo en la última década habían ardido más de 500 contenedores. Pero es que desde entonces a ahora han ardido varias decenas más, hasta el punto de que el Ayuntamiento ha ido reponiendo contenedores de plástico por otros de metal para frenar las gamberradas de estos pirómanos a los que, al parecer, es tan difícil pillar in fraganti.
Sin embargo, esta semana la Guardia Civil ha detenido a un palaciego, delincuente habitual, por haber quemado al menos 11 contenedores solo en lo que va de verano. La investigación se inició después de que el propio Ayuntamiento denunciara el caso, sorprendidos en el equipo de gobierno por una serie de incendios claramente intencionados en diferentes puntos del casco urbano. El Área de Investigación del Puesto Principal de la Guardia Civil de Los Palacios y Villafranca -que acaba de estrenar teniente hace solo un mes, Luis Busto- llevó a cabo un celoso seguimiento de los hechos y logró identificar al autor gracias a la colaboración de los agentes de la Policía Local. Comprobaron que el presunto autor se desplazaba en bicicleta y que seguía itinerarios coincidentes con la localización de los incendios producidos, lo que permitió relacionar con relativa facilidad todos los sucesos.
Los daños han sido valorados en 6.350 euros, según el Ayuntamiento, a lo que hay que sumar “los costes derivados de limpieza, restauración, extinción de incendios y desperfectos en vehículos”. El individuo no tardó en ser detenido, aunque opuso resistencia, según han relatado agentes del Cuartel de Los Palacios, por lo que también ha sido acusado de delitos de amenazas graves contra la autoridad y un delito de resistencia y desobediencia. El juez, a la luz de unas pruebas concluyentes, ha decretado su ingreso en prisión.
300 contenedores nuevos
La Delegación de Hábitat Urbano del Ayuntamiento palaciego ha renovado casi íntegramente el sistema de recogida de residuos sólidos urbanos hace escasamente un mes, tanto en el núcleo principal como en las tres pedanías. Solo la primera partida, 300 contenedores nuevos, ha supuesto una inversión de 185.000 euros, adquiridos mediante una subvención de la Diputación provincial de Sevilla. Cada contenedor tiene una capacidad de 1.200 litros y dispone de un innovador sistema de cierre lento de la tapa que permite reducir olores y mejorar la estética urbana. El Ayuntamiento ha recepcionado, además, un nuevo vehículo tipo porter, cofinanciado en esta ocasión entre la propia Diputación y el Consistorio y que ya forma parte del parque móvil municipal. El flamante vehículo sirve para la recogida de muebles y enseres y también es útil en la delegación de Parques y Jardines.
Un viejo problema
El problema de la quema intencionada de contenedores no es nuevo ni mucho menos en este municipio del Bajo Guadalquivir. En la primera legislatura de Juan Manuel Valle, hasta 2015, el Ayuntamiento no paró de tramitar denuncias porque, en cuestión de dos o tres años, habían salido ardiendo más de 200 contenedores, lo que supuso un coste de 40.000 euros, demasiado llamativos para un Consistorio que arrastraba entonces una de las deudas municipales más escandalosas de la provincia de Sevilla: más de 100 millones de euros. Entretanto, el precio de los contenedores –como todo en una inflación galopante- no ha hecho sino crecer en estos últimos tiempos. “Es una acción claramente organizada para hacer daño”, decía el año pasado el regidor palaciego.
“El que esté libre de pecados…”
En pleno verano, cuando el Ayuntamiento ha recibido los últimos 300 contenedores nuevos, el alcalde ha vuelto a abordar la necesidad de reforzar el civismo y el cumplimiento de las normas. En este sentido, ha anunciado que se trabajará con la Policía Local para incrementar las sanciones a quienes incumplan las ordenanzas municipales de limpieza, en especial en relación con el depósito indebido de residuos voluminosos y escombros. “No se puede permitir que se abandonen muebles o cajas en la vía pública cuando tenemos un punto limpio que funciona toda la semana. Estos actos suponen un coste adicional para el Ayuntamiento y perjudican la imagen del municipio”, insistió Valle, quien también ha recalcado que el Ayuntamiento refuerza, dentro de sus posibilidades, los recursos humanos dedicados a la limpieza, aumentando la plantilla y destinando medios económicos para cubrir más zonas del municipio, pero ha remarcado asimismo que uno de los puntos clave es “el cumplimiento del horario de depósito de basura, establecido de 21:00 a 23:00 horas”.
“No es lo mismo sacar la basura a las nueve de la noche que hacerlo a las nueve de la mañana”. ha advertido, al tiempo que ha recordado a los negocios locales que, según la ordenanza de limpieza, están obligados a dejar sus terrazas limpias al finalizar su jornada. “No puede ser el Ayuntamiento quien barra todas las terrazas o puertas de cada local. Necesitamos que cada uno cumpla con lo que le corresponde”, ha subrayado, y ha añadido: “El que esté libre de culpa, que tire la primera piedra”.
El primer edil, consciente de la creciente mala fama del pueblo por su falta de limpieza, ha animado a los vecinos a hacer una reflexión colectiva sobre el respeto a las normas de convivencia. “Si no hay responsabilidad, tendremos que recurrir a sanciones. Pero confiamos en que todos comprendan que es un esfuerzo común y necesario”.




