Lo de los contenedores quemados en Los Palacios y Villafranca es una lacra que viene de lejos. En la última década, más o menos la que lleva de alcalde Juan Manuel Valle (IP-IU), una práctica delictiva asociada a períodos de campañas electorales o protestas varias ha sido la de quemar contenedores. Lo habitual es que nadie vea nada y que los pirómanos actúen con nocturnidad y alevosía, pero luego amanecen los contenedores achicharrados y las redes sociales, también incendiadas por la sorpresa y la indignación.
En la primera legislatura de Valle, hasta 2015, el Ayuntamiento se cansó de tramitar denuncias porque, en cuestión de dos o tres años salieron ardiendo más de 200 contenedores, lo que, además, desde un punto de vista económico, supuso un coste de más de 40.000 euros, que no era una cifra baladí para un Consistorio que, en aquella época, arrastraba una de las deudas municipales más escandalosas de toda la provincia de Sevilla: más de 100 millones de euros.
Hace una década, los contenedores costaban 200 euros. Pero, como todo, la inflación ha hecho que, hoy por hoy, cada contenedor cueste ya unos 300 euros (700 en el caso de los contendores de recogida selectiva). Pero a los pirómanos –por los motivos que sean— todas estas cifras les dan igual. Aunque el ritmo de quema de contenedores ha bajado en estos últimos años, la práctica sigue siendo frecuente. Más de 500 han sido quemados en estos años.
Sin ir más lejos, los tres días previos a la pasada Semana Santa se quemaron en Los Palacios y Villafranca 16 contenedores. “Es una acción claramente organizada para hacer daño”, dijo hace tres semanas el regidor palaciego, que no ha cesado en todos estos años de interponer denuncias, más o menos infructuosamente, ante la Guardia Civil.
Este martes, al menos, el Ayuntamiento palaciego conoció una sentencia que, aunque sea una raya en un pozo, es significativa por lo que supone en este contexto. El Juzgado de Menores de Sevilla acaba de condenar a dos menores por quemar contenedores en Los Palacios. La sentencia establece una pena de 12 meses de tareas socioeducativas para que los chicos adquieran habilidades sociales. Por otro lado, como responsables civiles subsidiarios, los padres de ambos menores tendrán que pagar 3.380 euros al Ayuntamiento palaciego.
El tercero se escapó
Los hechos por los que han sido condenados estos dos menores palaciegos ocurrieron en junio de 2022. “Y no tienen nada que ver con los denunciados últimamente”, ha asegurado el alcalde, Juan Manuel Valle, a lavozdelsur.es, en referencia a los 16 contenedores quemados en apenas 70 horas justo antes de Semana Santa. En efecto, lo de junio de hace dos años fue una gamberrada de tres chicos en el polígono industrial El Muro que les ha terminado saliendo cara, especialmente a sus padres.
Solo pillaron a dos, porque el vecino que denunció los hechos, después de sorprenderlos con las manos en la masa desde lejos, mientras paseaba, aseguró que eran tres. Según su testimonio, estaban junto a un coche, prendieron el contenedor y se marcharon. El tercer implicado –no se sabe si menor o no— nunca ha podido ser identificado. Fue la Policía Local la que reconoció el coche en el que iban los menores, gracias a la descripción que les había hecho el denunciante. Ambos insistieron en que no eran ellos, pero las imágenes grabadas por la cámara de un comercio no dejaron luego margen a las dudas. “Fue un ejemplo de colaboración ciudadana doble”, reconoce el alcalde.
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