Adiós a la 'Familia Arcoiris': más de 100 guardias civiles desalojan el campamento en Benaocaz

Los agentes desmantelan la comuna hippie formada por un centenar de personas instaladas en la finca privada del Parque Natural de la Sierra de Grazalema tras más de dos semanas

La 'Familia Arcoiris' en Benaocaz.   FACEBOOK
La 'Familia Arcoiris' en Benaocaz. FACEBOOK

A la 'Familia Arcoíris' se le ha acabado el tiempo. Pretendían permenecer 28 días en una finca privada ubicada en Parque Natural de la Sierra de Grazalema, a unos tres kilómetros de Benaocaz, en Cádiz. Sin embargo, las más de 100 personas que llevan unas dos semanas acamapadas ilegalmente en esta zona van a tener que buscar otro lugar. 

La Guardia Civil ha desplegado un importante dispositivo para desalojar la comuna hippie tras recibir una una orden dictada por el Juzgado de Instrucción de Ubrique. El asentamiento, que se estaba desarrollando de forma pacífica, ya ha empezado a disolverse gracias a más de un centenar de agentes.

Según ha comunicado la Benemérita, la intención es que a lo largo del día de hoy el asentamiento sea desmantelado completamente y la zona quede libre de nuevo, aunque han advertido que el proceso puede ser "largo" ya que "hay más de un centenar de personas y muchos enseres", Así, no descartan que el operativo se prolongue hasta la noche.

En el dispositivo participan agentes de diversas especialidades de la Guardia Civil, como Seguridad Ciudadana, GRS, del equipo Pegaso con un dron y también del servicio Cinológico, entre otros.

Hasta el momento, la presencia de la Guardia Civil ya era constante en los alrededores de la comuna con el fin de que no se unieran más personas. También ha intervenido ante numerosas sanciones por hacer fogatas y acampar. Ya desde el Ayuntamiento de la localidad denunciaron que estaban "haciendo fogatas, vertiendo residuos y levantando tiendas para pernoctar”.

Esta comuna llegó en mayo, motivados por el ciclo lunar, y su objetivo era quedarse hasta el 16 de julio, pero las autoridades lo han impedido, sobre todo, porque se ubicaron en la finca de Rodrigo Mangana, vecino de la localidad serrana que afirma que le pidieron permiso, pero que él no accedió en ningún momento. 

Desde su llegada, se difundió que en el asentamiento se practicaba sexo desenfrenado, sin embargo, tanto el portavoz de la comuna, como un periodista de El Español, el jerezano Domingo Díaz, lo desmintieron. 

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Patricia Merello Guzmán

P. Merello

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