La playa de La Ballena es uno de los rincones más espectaculares del litoral gaditano. Este enclave se extiende a lo largo de 2.382 metros entre el Arroyo de la Ballena y el límite entre los municipios de Rota y Chipiona. Un paraíso natural que no solo destaca por su extensión, sino también por la calidad de sus servicios e infraestructuras pensadas para el disfrute veraniego.

Ni Valdevaqueros ni Zahora tienen nada que envidiar a esta playa de arenas doradas con alquiler de hamacas, sombrillas y hasta embarcaciones náuticas. La Ballena lo tiene todo. Es una playa amplia, cómoda y con todo tipo de facilidades para pasar el día sin preocuparse por nada más que relajarse. El nivel de equipamiento es tal que incluso cuenta con escuela de vela y una oferta náutica difícil de igualar.

Su nombre proviene de una antigua leyenda que cuenta que hace años, una ballena eligió estas aguas como su santuario. Cada atardecer, la ballena descansaba en la orilla, y desde entonces, se le bautizó así.

Una de las playas más salvajes de Cádiz

Lo que hace especial a esta playa no es solo su oferta de ocio, sino su entorno. Rodeando el turístico complejo Costa Ballena, se encuentran amplias zonas ajardinadas, hoteles, residencias vacacionales, campo de golf y espacios deportivos. Un cóctel perfecto para convertirla en un destino estrella durante el verano.

La Ballena también presume de ser una de las playas más salvajes y hermosas del municipio. Su sistema dunar, que permanece en buena parte intacto, obliga a acceder por pasarelas de madera en ciertos tramos, lo que añade un toque de encanto natural que no pasa desapercibido para quienes buscan algo más que sol y mar.

Playa La Ballena de Rota.
Playa La Ballena en Rota.

Su orientación noroeste-sureste y la influencia de las mareas la convierten en una playa cambiante, especialmente con la bajamar, que revela una enorme llanura de arena. La playa está flanqueada por un bajo acantilado y separada del núcleo turístico mediante jardines y senderos, en los que aún se respeta parte del ecosistema original.

Las edificaciones están ocultas

El paseo marítimo que acompaña esta playa cuenta con zonas verdes donde florece una gran variedad de plantas ornamentales, tanto herbáceas como arbustivas, creando una experiencia visual que acompaña cada paso junto al mar. Además, allí desembocan el Arroyo Hondo y el Arroyo de Aguadulce, aportando frescura al entorno.

Aunque en su mayoría la playa se encuentra rodeada por urbanizaciones, las construcciones están diseñadas de tal forma que el núcleo urbano queda oculto desde el nivel de la arena. Esta configuración ofrece una sensación de aislamiento natural, ideal para quienes buscan tranquilidad, aunque, eso sí, en los meses de verano suele estar bastante concurrida.

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Patricia Merello

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