Aún es pronto para realizar balances sobre el incendio forestal que azota el término municipal de Tarifa desde este lunes 11 de agosto. Porque aunque parece que la mayor parte del riesgo ha pasado, no ha finalizado aún. Está activo, pero el perímetro se ha contenido, según las últimas actualizaciones de Infoca y del consejero de Interior, Antonio Sanz, presente en la zona, y quien además ha dado detalles sobre el origen del incendio.
Lo más importante es que el flanco sur, el de las viviendas y los hoteles, no ha llegado a afectar a casas. Las de la parte de arriba en Atlanterra siguen aún este martes con un desalojo obligatorio activo, si bien en el resto de la urbanización sí se podrá dormir esta noche, salvo cambios de última hora.
Aunque aún no se ha hecho el cálculo exacto vía satélite, las imágenes aéreas muestran a la Sierra de la Plata arrasada, en zonas con senderos y preciosas vistas del Estrecho de valor ecológico y patrimonial.
El fuego de hace una semana
La zona afectada en este incendio de Atlanterra está a unos kilómetros de lo que ardió hace una semana, que fue el entorno de Valdevaqueros, el camino de Betis, etc. El balance arrojado por los investigadores sobre ese fuego es de 283 hectáreas, tampoco consolidado y medido de forma exacta.
Pero con esas estimaciones es evidente que este fuego es de mayor impacto que el de hace una semana. También en el número de personas afectadas. La de Atlanterra es más densa en población, si bien más localizada, con menos diseminados (lo cual constituía un enorme riesgo en su momento con lo ocurrido en Valdevaqueros).
En ese aspecto social, ha supuesto también un mayor impacto el segundo incendio porque son alrededor de mil personas las que han dormido en un alojamiento de emergencia, de entre los dispuestos en Zahara. Hubo además un exilio a pie de muchas personas desde Atlanterra para llegar a la ELA barbateña, apenas separada por un kilómetro de distancia. Influyó en hacerlo más difícil la marea alta y el intenso calor, con temperaturas rondando los 40 grados en la tarde de este lunes.
En total, en una semana se han perdido alrededor de 600 hectáreas... y pueden ser más, según cómo avance el flanco norte del fuego que sigue activo. El viento en la zona puede ser un problema, al igual que las temperaturas y la baja humedad, que ni siquiera sube cuando llegan las horas nocturnas. El Infoca, en cualquier caso, ya ha hecho lo más difícil: encontrar el perímetro del fuego y evitar que siga afectando a nuevas zonas.
