Llésica, vecina de El Puerto, ha decidido alzar la voz públicamente tras años de intervenciones quirúrgicas y complicaciones médicas que han marcado su vida. Lo ha hecho a través de una campaña en Change.org, donde reclama al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) una reevaluación justa de su situación de incapacidad, convencida de que la valoración actual no refleja en absoluto la gravedad de su estado.
“Al tomar en cuenta mi estado actual de salud, solicito una reevaluación justa y completa por parte del INSS”, señala en su petición. No es una frase retórica. Detrás hay una larga historia clínica: Jessica ha pasado por 22 operaciones mayores que han dejado secuelas físicas, emocionales y funcionales de enorme impacto.
Entre esas intervenciones, explica, le fueron extirpados ambos senos, así como el útero, los ovarios y las trompas de Falopio. A ello se suman los linfedemas en los dos brazos, una condición que limita su movilidad diaria y le provoca inflamación crónica. Su relato continúa con complicaciones más severas: “He sufrido perforaciones en la vejiga, vagina y asas del intestino delgado”, asegura. Una realidad que, según detalla, la ha llevado a depender de pañales, ya que tanto el nervio pudendo como el músculo detrusor ilíaco quedaron gravemente afectados tras las intervenciones.
Un seguimiento médico permanente
Este conjunto de patologías provoca que viva expuesta a infecciones constantes y requiera un seguimiento médico permanente. Pese a ello, Jessica denuncia que el INSS solo ha valorado la pérdida de un pecho, otorgándole únicamente una incapacidad permanente total, una resolución que considera incomprensible dada la magnitud de sus problemas de salud. Por eso, insiste en que su caso debería reconocerse como incapacidad permanente absoluta, categoría que le permitiría acceder a una protección acorde a sus limitaciones actuales.
“Es vital que el INSS realice una evaluación exhaustiva de todas mis patologías para reflejar mi verdadera condición”, subraya, apelando a la responsabilidad de las instituciones públicas que deben velar por la salud y el bienestar ciudadano.
Esta paciente pide apoyo para que más personas firmen y respalden su campaña. “Por favor, firmen esta petición para demandar justicia y un trato adecuado”, concluye Jessica, confiando en que la presión social pueda ayudar a que su caso sea revisado con el rigor que, asegura, hasta ahora no ha recibido.



