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Las lluvias de esta semana en Andalucía y en la provincia de Cádiz dejan muy buenas cifras de cara a los embalses y pantanos del sur de España. En algunos municipios se han registrado casi 200 litros por metro cuadrado en los días que ha durado la DANA, que ha traído consigo buenas y malas noticias, ya que se ha desbordado el río Guadalete y se han ocasionado numerosos incidentes en las ciudades, pueblos y zonas rurales, agrícolas y ganaderas de la provincia, afortunadamente sin víctimas ni daños personales. Pero, ¿cómo están los embalses de la cuenca del Guadalete y Barbate?
Por un lado, podemos afirmar que las lluvias han ayudado a paliar las necesidades de la sequía, una falta de precipitaciones que ya empezaba a recordar a la gran sequía de principios de los años 90. El sistema de información hidrológica Hidrosur, de la Junta de Andalucía, habla un estado a lunes 4 de diciembre del 27,4% de agua embalsada en la provincia de Cádiz, mientras que a comienzos del año hidrológico, en octubre, era de un 21,3%.
Este notable aumento no es igual en todos los pantanos de la provincia, ya que Guadalcacín, el más grande de Andalucía, no se ha beneficiado de la misma forma de las precipitaciones, aumentando solo del 17% al 21%. Los Hurones, en cambio, tienen ya un 73,8%, al haberse beneficiado del trasvase del Guadiaro al Majaceite.
Mientras que Arcos, de los que tienen menos volumen de la provincia, tuvo que desembalsar agua al llegar casi al 100%, sigue lleno, no es el caso de Zahara-El Gastor, con solo el 12,9%.
Otro de los beneficiarios es el de Bornos, al 40,5% cuando tenía el 22% en octubre. Por el momento, la Comisión de Seguimiento de la Sequía de la Demarcación Hidrológica del Guadalete-Barbate ha decidido mantener las medidas de ahorro acordadas en primavera por la situación de sequía prolongada, por lo que todavía no se puede hablar de fin de la sequía prolongada.
Por el momento, no ha habido una actualización de estas medidas, aunque el año hidrológico ha empezado de forma radicalmente distinta al año pasado, tal y como se puede ver en la gráfica adjunta a este artículo. De media, la precipitación acumulada en un mes triplica la que había en estas fechas el año pasado.