Agentes de la Guardia Civil de Cádiz, en el marco de la Operación Sherry 96 Kamel, han detenido a dos personas en Sanlúcar de Barrameda dedicadas a la ocultación y custodia de hachís, en lo que se conoce en el argot como "guardería", teniendo como base un chalet de la localidad. Ahí, se han aprehendido 96 fardos de hachís con un peso cercano a los 2.800 kilos, y se ha desmantelado una plantación de marihuana de unas 100 plantas.
Según ha explicado la Guardia Civil en una nota, la operación Kamel dio comienzo en los últimos días cuando la labores de investigación detectaron un chalet en la localidad de Sanlúcar de Barrameda donde se encontraban dos personas cuya labor era la de ocultar y custodiar el hachís almacenado en el interior del chalet y evitar posibles "vuelcos".
Para ello los detenidos se encontraban fuertemente armados, con armas largas de calibre 222 remington municionadas con dos cargadores. Además, ambos cargadores los habían pegado con cinta aislante para poder ser utilizados inmediatamente tras acabar la munición del primero.
La operación se llevó a cabo el pasado 25 de febrero alrededor de las 6.00 horas, cuando se montó un dispositivo de vigilancia alrededor del chalet y se observó que en el interior se encontraban personas armadas.
Así, procedieron a la entrada inminente al interior, comprobando que repartidos por distintos habitáculos del domicilio se guardaban 96 fardos de hachís y una plantación de marihuana dotada de todo tipo de aparatos eléctricos para su crecimiento y floración. También se procedió a la incautación de dos armas largas municionadas al completo con dos cargadores cada una y un vehículo, ambos figuran como sustraído.
Los agentes detuvieron a las dos personas que se encontraban en el interior de la vivienda, ambos de nacionalidad francesa. Por su parte, la droga, junto con las armas de fuego y el vehículo, fueron trasladados a dependencias oficiales para su pesaje e instrucción de las correspondientes diligencias, siendo puestos a disposición del Juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Sanlúcar.
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