Desde hace dos días, la huella de Rafa Nadal está de forma permanente en la pista central de Roland Garros como homenaje al tenista que ha ganado 14 títulos en la arena parisina. La placa fue el colofón a un homenaje que duró casi una hora y que, además de contar con una estética única en la grada, también tuvo la presencia de sus grandes rivales: Djokovic, Federer y Murray.
El acto emocionó al manacorí y, sobre todo, reabrió el debate sobre la forma de homenajear que hay en España. Pocos meses antes, en la Copa Davis que se celebró en Málaga, el tenista mallorquín recibió otro homenaje tras el partido de su retirada. Sin embargo, tras ver lo de París se ha vuelto a confirmar que las comparaciones son odiosas.
Para Nadal, lo vivido en el Grand Slam el domingo ha sido "el momento más emocionante" de su carrera. Así lo reconoció en una entrevista en la que también habló de lo que vivió en Málaga hace tan solo unos meses. Esas declaraciones no se han casado con nadie y han sido muy duras.
El acto de Málaga
"Lo de Málaga no tenía mucho sentido en aquel momento ni estuvo bien. Tanto yo como Roland Garros nos merecíamos el placer que fuera hoy", ha dicho Rafa Nadal esta misma semana. El acto ya tuvo críticas en su momento debido a la frialdad que tuvo el mismo. Además, se produjo tras la eliminación de la selección en el torneo. También se criticó en aquel momento que Nadal disputara el partido pese a su baja forma por el simple hecho de que era su retirada.
Todo lo contrario a lo vivido en Roland Garros y, especialmente, con el momento de la huella. "Pensaba que sería solo para este año, pero no tengo palabras para expresar lo que significa, es un honor gigantesco lo que significa tener eso en la pista más importante de mi carrera".



