El espíritu de la Navidad sonó con fuerza este sábado en Jerez gracias a Los niños del parque, un grupo muy especial formado por pequeños músicos y sus familias que llenaron de ilusión y villancicos el centro de Upace Jerez. La cita tuvo lugar el pasado sábado 13 de diciembre y reunió a más de 50 personas, entre niños y padres, en una actuación cargada de emoción, cercanía y compromiso social.
La iniciativa consistió en la interpretación de villancicos populares y villancicos jerezanos, conocidos por todos, que fueron cobrando vida a través de los instrumentos de los más pequeños. Sobre el escenario improvisado se pudieron escuchar sonidos de violín, flauta, fagot, chelo, percusión, trombón y clarinete, entre otros. Los verdaderos protagonistas fueron más de 25 niños con edades comprendidas entre los 3 y los 10 años, que demostraron que la música no entiende de edades cuando se toca desde el corazón.
El origen del grupo
Los niños se conocieron jugando en el parque Atocha, situado en la zona norte, junto a Hipercor. A partir de ahí, surgió la idea. Algunos de los padres son profesores del Conservatorio Profesional de Música de Jerez y decidieron unir fuerzas para crear un proyecto con un objetivo claro: compartir su música en distintos puntos de la ciudad y llevar alegría a personas que no pueden asistir con facilidad a conciertos o actividades culturales.
No es la primera vez que lo hacen. En años anteriores, Los niños del parque ya habían llevado su música a residencias de ancianos, y en esta ocasión el destino ha sido Upace, una entidad que trabaja con personas con parálisis cerebral y discapacidades afines. "Es un verdadero placer poder compartir el verdadero espíritu de la Navidad", expresan.
Esta asociación con casi medio siglo de trayectoria, de carácter comarcal, atiende a personas de la Bahía de Cádiz, la Janda e incluso la Costa Noroeste. Desde 2016 figura como centro reconocido en buenas prácticas en las TIC. Actualmente, más de 100 pequeños reciben atención temprana (de 0 a 6 años), 82 acuden al colegio (de 6 a 21 años), 40 forman parte de la unidad de día y 21 personas viven en la residencia para grandes afectados. Todo ello es posible gracias al trabajo de 160 profesionales, entre docentes, terapeutas, personal sanitario, administración, cocina, lavandería y transporte.
Una mañana de música, solidaridad y Navidad que dejó huella en todos los presentes.
