Durante el mes de julio, la biblioteca central contará con sólo una persona encargada de la limpieza. Fuentes consultadas por este periódico reconocen que esta situación se lleva dando desde hace algunos veranos, pero que en otras ocasiones, las empleadas -son tres mujeres- o cuadraban los turnos para que se mantuvieran dos en ejercicio o se enviaba a gente de otros centros municipales a realizar las labores de limpieza.
Si bien algunos de los usuarios consultados no han notado diferencias significativas, fue la dirección del propio centro la que días atrás puso a la vista del público unos carteles donde se ponía en conocimiento que la limpieza se vería mermada por falta de personal.
Muchas de las salas no se limpian al día ante la imposibilidad de realizar todas las tareas. Incluso los baños llegan a sufrir retrasos importantes. Aunque en la biblioteca existe un horario reducido de verano, el número de metros cuadrados a disposición del público no disminuye. Ingesan, la empresa concesionaria de la limpieza en centros municipales, no cubre las bajas y ha visto mermado el servicio por medio de muchos recortes en la plantilla.
El verano es, desde hace tiempo, una época complicada para la cultura. Aparte de que muchas propuestas se congelan en época estival en la ciudad, las bibliotecas en verano son importantes para alumnos que se examinan en septiembre o para opositores. Esta falta de servicio en una de las épocas de mayor utilidad para los ciudadanos provoca, entre otras cosas, que sea una biblioteca no municipal, la del campus de la UCA, la que preste el servicio a todos los jerezanos. La delegada de Educación, Lidia Menacho, asegura que la falta de limpieza en la biblioteca central no se debe a la reducción de la mitad de la plantilla durante los meses de verano, sino a un problema de organización.
La alcaldesa, María José García-Pelayo, ha llegado a afirmar que "en verano baja la calidad de todos los servicios públicos" y Menacho reconoció entonces que "se reducen los horarios". Ya en junio, fecha en la que alumnos jerezanos matriculados en universidades de fuera vuelven para estudiar entre examen y examen, la biblioteca del campus sufrió el colapso durante los fines de semana. Un servicio que las bibliotecas de Jerez no prestan.
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