Tres horas de espera a un taxi que dejó a una familia jerezana "sin almuerzo" en Navidad

Una vecina denuncia el trato recibido por Teletaxi el día 25 tras pedir un vehículo adaptado para sus padres de más de 80 años para las 14.00 y ver que no llegó hasta las 16.30 horas

Taxis por el centro de Jerez en la convocatoria llevada a cabo a favor de las personas mayores.
Taxis por el centro de Jerez en la convocatoria llevada a cabo a favor de las personas mayores.

En las fiestas el ajetreo es mayor. Las familias salen a la calle, se desplazan, hacen visitas y siempre puede haber percances. Sin embargo, lo que le pasó a una vecina de Jerez es "de vergüenza".

Así lo ha denunciado la afectada que, según detalla se quedó sin comer con sus padres, ancianos de más de 80 años, el día 25 de diciembre. La mujer había pedido un vehículo adaptado a Teletaxi en torno a las 11.00 horas de la mañana con el fin de que este recogiera a sus padres a las 14.00 horas. "A las 13.00 mis padres estaban ya preparados y contentos porque iban a estar reunidos con la familia, así que llamé, pero me dijeron que podía tardar porque hay pocos vehículos y cinco reservas", explica en su perfil de Facebook

La familia esperó y esperó, lo que no podían imaginar es que el reloj fuera a marcar las 15.30 horas y el taxi aún no había aparecido. "Llamé tres veces y no me podían decir cuánto tiempo quedaba por esperar. Cuando llamé una cuarta vez, la chica me dijo que en ese momento no había servicio. No doy crédito a lo que oigo", comenta la jerezana.

Las agujas del reloj seguían corriendo hasta que a las 15.40 horas decidió subir a sus padres a casa de nuevo. "Con su ilusión por los suelos, estaba el resto de la familia esperándolos", añade. Finalmente, a las 16.30 horas, un taxista llamó a la vecina avisando de que estaba en la puerta. 

"Creo que no es de recibo tener a una familia tres horas de espera sin información ninguna a tontas y ciegas sin saber hasta cuándo", manifiesta la mujer, que entiende las dificultades de este servicio en días especiales pero no comprende lo sucedido. "No doy crédito de que esto pueda ocurrir en una ciudad como Jerez. Mis padres se quedaron sin almuerzo familiar y ya nada se puede hacer", lamenta. 

Son muchas las personas que la han apoyado y han expresado su malestar con el servicio. "Vaya tela, vergonzoso e impresentable, muy poca humanidad", dicen.

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Patricia Merello Guzmán

P. Merello

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