Los sindicatos aseguran que quieren sentarse a negociar y la patronal que no lo hará "mientras continúe la violencia a las puertas de los centros de producción".
Tres días después de iniciar la huelga, sindicatos, patronal y trabajadores no se han vuelto a sentar desde que el martes, el día previo al inicio de los paros, se vieran las caras en el Sercla —Sistema de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales—, una cita tras la que decidieron dejar de trabajar los prácticamente 900 trabajadores que están llamados a la huelga, entre personal de embotellado y administración.
“No hemos confirmado ningún tipo de reunión, estamos haciendo gestiones y estamos abiertos a seguir dialogando, pero aún no hay nada cerrado”, explica Inmaculada Castro (CCOO), portavoz de la parte social en la negociación del convenio, que sigue enquistada por la negativa de las grandes bodegas a recuperar el plus de antigüedad —lleva cinco años congelado— y a tirar de la bolsa de eventuales, que también se paralizó con el inicio de la crisis.
Hay pequeñas bodegas que se siguen sumando a las peticiones de los sindicatos y aprueban incluir estos dos puntos en los nuevos convenios, aunque las grandes se resisten. El seguimiento de la huelga es masivo, por lo que las firmas apenas están produciendo estos días, lo que supone un gran desagravio teniendo en cuenta que esta época es crítica, ya que se prepara la campaña de Navidad.
“Estamos dispuestos a seguir hablando”, asegura Castro, que anuncia que “se siguen sumando pequeñas bodegas a firmar la propuesta” y que la cuestión no es económica, “sino de criterios”. Los sindicatos, tanto CCOO como UGT, no entienden que firmas no asociadas a Fedejerez, la patronal bodeguera, estén aceptando, y no lo hagan las grandes empresas miembros de la federación. “No queremos huelga, nos han llevado a la misma”, señalan los sindicatos, que se quejan de que las bodegas “más poderosas económicamente se niegan” a llegar a un acuerdo.
“La columna vertebral de las bodegas está totalmente parada”, señalaba una representante de UGT a lavozdelsur.es durante la primera jornada de huelga. Y parada sigue. La producción continúa estancada después de tres jornadas de paros, que suponen pérdidas de entre 300 y 400 euros por trabajador, según datos publicados por Diario de Jerez, que recoge las palabras del presidente de Fedejerez, Evaristo Babé, quien asegura que no habrá reunión entre patronal y sindicatos “mientras continúe la violencia a las puertas de los centros de producción". Los incidentes con algunos vehículos que han intentado entrar en las bodegas enfada a la patronal, que señala en el citado diario que “hay que buscar soluciones sin violencia".
Mientras tanto, los sindicatos siguen apelando a la “cordura” de Fedejerez para sentarse a negociar. “Somos conscientes de la pérdida económica”, señala Inmaculada Castro, de CCOO, “pero éste es el único instrumento que tenemos para hacer presión”. Habrá que esperar a principios de semana para ver si se fija una reunión entre ambas partes.
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