Desde 2012 el Ayuntamiento controla el Circuito. Tras más de diez años, Gestión Circuito de Jerez dejó el trazado jerezano al cumplirse los contratos tanto de GCJ como de Two Wheel Promotions Limited, empresa que organizaba el Gran Premio de Motociciclismo. Desde entonces se ha convertido en la joya de la corona del gobierno local y uno de los principales motivos de orgullo del teniente de alcalde Antonio Saldaña, vicepresidente de Cirjesa, quien anunció que 2013 (primer año completo que gestiona el trazado) cerró con 107.000 euros de superávit. Pero no todo son luces en la gestión del Circuito. También hay sombras.
Los trabajadores del trazado no están contentos y denuncian las condiciones laborales que vienen soportando desde que el Ayuntamiento lo explota. Algunos de ellos, que han preferido no dar sus nombres, ya que "hay mucho miedo", aseguran que no se respeta el convenio de instalaciones deportivas. Nada más cambiar de patrón, los obligaron a firmar la baja voluntaria y pasaron a ser contratados por una ETT (Empresa de Trabajo Temporal). Y ahí empezó su calvario. Tras mucho pelear consiguieron tener un fin de semana libre al mes, pero se quejan de que no se les pagan las horas extra y del horario. "Hemos estado hasta veinte días seguidos trabajando", explica uno, quien asegura que siempre que haya actividad en el Circuito tienen que estar allí. "Nos pasan el cuadrante y nos dan días libres cuando no hay nada, el resto del mes tenemos que trabajar. Nunca sabemos cuando libramos". Eso les condiciona su vida personal. "Una vez me llamaron en mi día libre porque necesitaban que fuera... y tuve que ir. Tienen la suerte de que nos gusta tanto nuestro trabajo que terminamos tragando", cuenta uno de ellos.
La semana pasada tuvo lugar la celebración de una prueba del Mundial de Superbikes, por lo que entre montaje, carrera y desmontaje han estado más de quince días sin descansar. Una prueba que, según cuentan, ha costado un millón de euros entre el canon y la preparación del trazado, y a la que no fueron tantos asistentes como aseguran las cifras oficiales. "Nos tratan como basura", zanja uno de los trabajadores. "No respetan ni días festivos ni sábados ni nada. Echas cinco horas de madrugada y vale lo mismo que un lunes por la tarde. A los indefinidos se los trata como fijos discontinuos". Una práctica común es pedirles que se queden fuera del horario laboral, "y luego ni te las pagan como extras ni nada".
Por ello piden a Cirjesa que se siente a negociar el convenio, ya que "todo el mundo está descontento", pero "hay mucho miedo y nadie quiere señalarse". Tras la anterior gestión, marcada por las presuntas irregularidades de Gestión Circuito de Jerez, ahora los trabajadores aseguran que sigue reinando el "amiguismo" a la hora de administrar el trazado. Hasta el punto de que ha habido bajas que han sido cubiertas de forma, como poco, cuestionable. "Una delegada de Jessytel (empresa 100% municipal en proceso de liquidación de la que es gerente Juan Baquero, el mismo cargo que ocupa en el Circuito) suplió a una compañera que estuvo de baja por enfermedad".
"Lo que la la gente no sabe es que el Circuito tiene actividad durante todo el año, cuando no hay competiciones la alquilan peñas", explica uno de los trabajadores, quien denuncia el "oscurantismo" que ha rodeado siempre a la gestión del trazado y que se mantiene. "Parece que nunca pasan cosas malas, pero pasan". Como que un antiguo trabajador, que fue indemnizado por despido y que ahora está jubilado, siga acudiendo al Circuito cuando hay carreras. Y de equipamiento no está mucho mejor. Cuentan que comparten casco porque no hay suficientes y que no se cumplen las medidas de seguridad exigidas para una instalación deportiva de estas características. Tras años de aguantar horarios eternos, malas prácticas y sentirse "pisoteados", los trabajadores han explotado porque quieren "que se sepa cómo se lleva el Circuito", porque tal y como lo tratan "parece que está fuera de la jurisdicción de Jerez".
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