Las redes sociales e incluso portales de venta de productos de segunda mano se han convertido en el más eficaz intermediario, además de barato —no hay comisionistas—, para vender pasos de Semana Santa. Si se busca con criterio se localizan, desde los más sencillos y baratos, que más que pasos parecen roperos puestos boca abajo, hasta algunos con cierto empaque e incluso palios completos que los transportan e instalan, a coste cero, donde el comprador quiera.
Nos fijamos en algunas ofertas como la que pone en el mercado la Asociación Parroquial del Prendimiento de Torrecera. Unas andas muy sencillas, en madera oscurecida y con mucha celosía, una pieza muy básica. Tiene cinco trabajaderas, con parihuela de hierro forrada en madera (330 x 220 centímetros), canasto forrado en madera (290 x 180 centímetros). Incluso se regalan los faldones pero no el llamador. Su precio, 3.000 euros.
También los hay más trabajados por aficionados a la talla, como es el de Juan Carlos, natural de Sevilla, pero vive en Palma de Mallorca, donde lleva 20 años. Tiene una gran afición por la talla, tal vez su oficio frustrado en vez de a lo que se dedica, profesional sanitario.
Nos cuenta que su pasión por las gubias se la inculcó un discípulo de Guzmán Bejarano, que fue su maestro. Este paso es un trono al estilo malagueño, cuyas medidas son 2,26 x 3,90 metros. ¿El precio? 28.000 euros, pero ‘llave en mano', es decir, paga el trasporte desde las islas Baleares y el montaje en destino.
Localizamos uno más en Sanlúcar de Barrameda, con unas hechuras interesantes. Otro, en este caso, un palio “cincelado” en Baza, ofertado en Wallapop. Estos son algunos ejemplos de las variadas ofertas que se pueden encontrar en las redes, un medio que desde hace ya mucho tiempo se ha convertido en el más eficaz y barato para salir de un patrimonio queda no sirve por sustitución, principalmente.
Sin embargo, aún quedan en manos de tratantes más especializados las piezas que por su valor y riqueza artística, además de la discreción que exige la hermandad o el particular que lo vende, se ocupan de moverlo por las cofradías.
Excepto en los aislados casos en los que la venta proviene de un aficionado a la talla, en la mayoría de los casos la justificación es por el encargo de uno nuevo y hay que deshacerse del viejo. Con esa venta lo que se persigue ante todo es cash para el nuevo encargo y así aliviar el trabajo que supone la búsqueda de dinero.
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