San Juan de Dios, bajo las miradas: "Me iría de aquí, pero por los cortes de luz. Eso sí es mi problema"

La Policía custodia la zona en busca de las personas que trataron de impedir una detención el jueves. Los investigadores que se tomen represalias contra la persona que grabó el vídeo clave para dar con ellos. "Lo que queremos es trabajar. Están negando muchas ayudas, ¿están tontos?"

Furgones de la UPR en San Juan de Dios, este lunes.
Furgones de la UPR en San Juan de Dios, este lunes. ESTEBAN

No fue una muchedumbre, cuentan, sino algunos mientras otros solo habían bajado porque les sorprendió el revuelo. El pasado jueves, la Policía actuó en San Juan de Dios para detener a un vecino con arrestos previos y acusado ahora de violencia de género. "La había intentado matar cuatro veces", dicen fuentes de la investigación. La historia viene de atrás. Pero desde el jueves lo que hay son patrullas de Policía Nacional y Policía Local controlando quién entra y quién sale. El barrio está vigilado porque los agentes quieren dar con los autores de agresiones en esa trifulca que trató de impedir que se llevaran al detenido el jueves.

"No fueron 200, muchos ni nos enteramos hasta que nos lo contaron, pero lo que estaba la gente era mirando qué pasaba. Aquí por unos cuantos siempre pagamos el resto", dice una persona de la barriada. "La Policía está multando a gente que no tiene el seguro del coche, pero si lo tuvieran a lo mejor no vivirían como vivimos. Yo, si pudiera, me iba, pero no por inseguridad ni nada, sino por los problemas de la luz. Se va cada dos por tres, esto no para, y no lo arreglan. Yo no me meto en lo que hacen los demás y ya está, no me meto en la vida de nadie".

San Juan de Dios ha sufrido apagones por contadores que se prenden solos desde hace varios inviernos. El pasado de 2020 fue un no parar. Ahora no toman el cariz que realmente tiene el problema, que vecinos que pagan a duras penas se quedan sin luz por problemas de la instalación, de miles de euros en cada bloque. Un barrio humilde azotado por el desempleo, en una de las peores crisis que ha experimentado el país, con la paralización de la actividad o por decreto o por bajada de clientes del sector de hostelería y comercio.

Agentes de la Policía Local, en el dispositivo de San Juan de Dios, este lunes.
Agentes de la Policía Local, en el dispositivo de San Juan de Dios, este lunes.   ESTEBAN

En ese contexto, el de vivir un durísimo 2020 para todos y que afecta a las rentas más bajas, se dio el episodio del pasado jueves. Hubo una primera detención el martes. Luego, el jueves volvió a arrestarse a esta persona, conscientes los agentes de que no sería una operación fácil, y no lo fue. Pasó a disposición judicial y enviado definitivamente a prisión, aunque la Policía habló oficialmente en un primer momento de puesta en libertad, pero se comunicó aquello por una confusión. Lo que queda por delante es las consecuencias del incidente.

Las calles están algo tensionadas por el asunto. No es para menos si grupos de la UPR, los conocidos popularmente como antidisturbios, se plantan cada mañana en la única vía de entrada y salida de vehículos, y apenas la única para salir y entrar andando. Son los mismos agentes que estuvieron también la semana pasada en una batalla entre clanes en Rota que han blindado en un operativo similar un barrio. Y los mismos que estuvieron movilizados en Cataluña por las votaciones del 1 de octubre. 

Eso sí, la cosa se va calmando con el paso de los días, cuentan fuentes de la investigación. Ahora hay que dar con "los que están escondidos, que no salen cuanto está la Policía" porque el objetivo es reconocerles. No ha trascendido por el momento ninguna operación de entrada en viviendas ni nada parecido. Controles en los coches, que se saldan con sanciones si algo no está en regla, y poco más. Incluso los propios miembros de la UPR tienen que pedir cosas más mundanas, como ponerse bien la mascarilla o disolver grupos si no mantienen la distancia por puras razones de la pandemia, lo mismo que encontrarían si acudieran a otros barrios.

Eso sí, hay un temor que tensa la calle. Algunas personas quieren dar con la persona que grabó el vídeo de la detención y que corrió como la pólvora por redes sociales desde el mismo jueves. Un vídeo que la Policía ha estudiado para dar con los autores de esa reyerta que se saldó con dos agentes heridos. Una de ellas, atacada, según la investigación, por la propia denunciante. "Es un trabajo complicado", indican, pues se temen represalias contra esa persona.

"Lo que necesitamos es trabajo. Hay que pedírselo a quien sea, al Gobierno, al Ayuntamiento, pero estamos encerrados, no podemos trabajar y muchos sin ayudas por cotizar en 2019. Pero si es 2020 cuando no se ha podido trabajar, ¿son tontos o qué les pasa?", remacha una persona de la barriada afectada por esos problemas de toda la vida. Los que no cambian. Los que trascienden un suceso. La realidad de San Juan de Dios.

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

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