Según los datos del padrón, recogidos por el Instituto Nacional de Estadística, el entorno de Merca 80, en concreto los tramos de las avenidas Cruz Roja y Tomás García Figueras más próximos a la plaza de las Marinas, es la zona más envejecida de la ciudad de Jerez ya que el 34,8 por ciento de las 961 personas censadas ya ha cumplido los 65 años.
“Es verdad” afirma rotundamente José María Rodríguez, vecino la avenida Tomás García Figueras desde hace 20 años, vicepresidente de la Asociación de Vecinos Bellos Horizontes de Las Torres. Este vecino recuerda que “estos pisos tienen ya muchos años, muchos matrimonios se vinieron aquí a vivir cuando eran jóvenes y ya hoy tienen entre 70 y 80 años”.
José María Rodríguez venía de joven a pasear con su moto cuando aún no había edificios. FOTO: MANU GARCÍA
“No obstante, esto es un mal de toda la ciudad”, asegura Francisco Jiménez, presidente de la federación vecinal La Plazoleta, “el problema es que los hijos de esos matrimonios que compraron aquí los pisos, entonces nuevos, se han ido marchando a otras zonas para poder comprar pisos más nuevos, y no se quedan en el barrio”.
Cabe recordar que toda esta zona se enmarca dentro del llamado Polígono de San Benito, “lo primero que se construyó en este entorno”, recuerda José María, “donde se vinieron a vivir las antiguas familias de la barriada de Soto Flores”. Hoy en día, este barrio es muy extenso y abarca también esta zona de Merca 80 y parte de la avenida Cruz Roja.
“El barrio ha cambiado mucho desde que comenzaron las primeras construcciones, yo venía aquí cuando era joven a pasear con la moto y era un descampado, solo estaban las calles y el acerado. Aquí se han llegado a ver hasta carreras de motos”, relata José María Rodríguez. “Aquí hace unos 50 años no existía nada de esto, ni los juzgados, ni Hacienda, ni edificios… La expansión comenzó a raíz de la construcción del colegio de los Marianistas, allá por el año 1962. Ese fue el momento en el que el barrio comenzó a crecer y se empezaron a construir pisos por esta zona”.
Francisco Jiménez, presidente de la federación vecinal La Plazoleta. FOTO: MANU GARCÍA
Las circunstancias sociales y económicas de la época, entre la década de los 60 y los 70, también influyeron en que, por aquel entonces, una floreciente clase media con poder adquisitivo para permitirse comprar un piso de nueva construcción, eligiera estos edificios para asentarse y formar una familia. “Estas casas eran entonces muy baratas, las dejaron en muy buenas condiciones de compra. Algunos eran vecinos que habían estado viviendo antes en un entorno cercano, pero en casas bajas, a veces incluso construidas por ellos mismos, pero al ser expropiados para construir edificios, se vinieron a esta zona a vivir en pisos nuevos” apunta Francisco.
No obstante, los vecinos reconocen que poco a poco, a medida que van falleciendo los primeros propietarios, “van entrando personas más jóvenes, los pisos suelen comprarlos parejas jóvenes que tienen intención de formar una familia, con lo cual, existe la esperanza de que el barrio se vaya rejuveneciendo en los próximos años” señala José María, a lo que Francisco añade que “es que no nacen niños, ese es otro problema que tenemos, el otro día salía una estadística que dice que en Jerez ya hay más mascotas que niños, eso tampoco puede ser”. Aun así, los vecinos del barrio confían en que esos datos del INE dejen de ser tan negativos porque “esta es una de las mejores zonas de Jerez para vivir, ahora los pisos están a buen precio y cada vez se ven más parejas jóvenes que se vienen a esta zona”.
Una vecina camina por una de las calles de San Benito en Jerez. FOTO: MANU GARCÍA
Aturo Castro regenta, desde hace siete años, la taberna La bota de oro en Merca 80, aunque muchos la conocen como la tasca de Arturo, y a diario puede ver desde la barra el ambiente que se respira en esta zona comercial de San Benito. “Es verdad que las casas ya son antiguas y la mayoría de residentes son pensionistas, pero eso a los negocios nos viene bien, porque hablamos de personas que tienen su pensión, suelen tener todo pagado y pueden gastar en los comercios de la zona”, señala el hostelero. Sus clientes suelen ser mayores, “los datos no se equivocan porque la mayor parte de mi clientela suele ser mayor de 65 años”, afirma Arturo quien anima, sin dudarlo, a vecinos jóvenes a que se vengan a vivir a esta zona “tenemos el centro comercial más bonito de Jerez, es muy coqueto, con su terraza, su parque infantil y comercios de todo tipo, es muy buena zona para vivir”.
Arturo Castro regenta la taberna La Bota de Oro en Merca 80. FOTO: MANU GARCÍA
Hablamos también con José María, un vendedor de la ONCE que cada mañana instala su puesto ambulante en una de las entradas de Merca 80, concretamente, en la ubicada en la calle Índico. Desde aquí ve pasar a diario a centenares de vecinos que acuden a los comercios del entorno para hacer sus compras “es verdad que lo que suelen verse por aquí son muchas personas mayores. Hay que tener en cuenta que es una zona de mucho paso por la cercanía de Hacienda y de los Juzgados, pero sí que los residentes, en su mayoría, son jubilados y personas mayores. Se nota que, de un tiempo a esta parte, hay gente joven que está comprando pisos, pero aún hay mucha gente mayor”.
Alberto regenta la papelería y librería Recio, un comercio que lleva abierto en Merca 80 desde hace ya 38 años. Reconoce que “antes venían pidiendo los materiales escolares para los hijos y ahora me piden los materiales para los nietos”. No obstante, su visión discrepa un poco de los datos arrojados por el INE ya que “creo que tenemos un barrio muy rico y en constante movimiento. En los últimos años también está viniendo gente joven y, aunque la mayoría de su población sea mayor de 65 años, creo que esa tendencia irá cambiando”.
Alberto Recio regenta la papelería de su familia que abrió sus puertas hace ahora 38 años. FOTO: MANU GARCÍA
De este modo, los vecinos y comerciantes de la zona nos aportan una radiografía bastante significativa de cómo ha evolucionado esta zona desde los años 70 hasta la actualidad y, aunque el INE diga que estas calles son las que presentan un mayor porcentaje de personas censadas de más de 65 años, confían en que la tendencia se invierta con la llegada de nuevos compradores. “Aún hay esperanza”, afirman los vecinos.
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