La Plaza de Jerez se moderniza (otra vez): ¿la reforma definitiva?

El mercado de abastos está otra vez en obras. Desde su apertura en 1895 ha sufrido varias; todas se tildaron como concluyentes

Una clienta pasa entre la zona vallada y los puestos abiertos.
Una clienta pasa entre la zona vallada y los puestos abiertos. MANU GARCÍA

El pasado junio se iniciaron unas importantes obras de remodelación y mejora en la plaza de abastos de Jerez, una intervención más de las muchas que se han llevado a cabo en su longeva vida. Esta obra, que supera los 727.000 euros de inversión —sujetos a los planes europeos Edusi—, pretende modernizar estas históricas instalaciones, que cumplen 127 años. En resumen, el proyecto de ejecución tiene como objetivo la “reparación de todos los elementos en mal estado y transformará toda la estética para convertirlo en un edificio actual y moderno, más accesible y con mayores comodidades”, según se recoge en el plan diseñado.

Una de las calles que aún siguen abiertas.   MANU GARCÍA
Una de las calles que aún siguen abiertas.   MANU GARCÍA 

Nada mas entrar, los trabajos que se llevan a cabo se dejan notar con algunas calles del interior cortadas al paso con el suelo levantado o ya terminado. El frescor del aire acondicionado —seguro que a menos de 27 grados, por aquello de la ‘norma’ de ahorro energético— alivia del calor exterior, algo que se agradece y se valora en gran medida por clientes y comerciantes: como si se entrara en un moderno supermercado; esa percepción es positiva.

Con los ojos cerrados y siguiendo solamente los aromas, podemos hacer un recorrido guiándonos por lo que capta el olfato: el aroma a aliño de aceitunas, a especias, frutas y el impacto nasal e inconfundible de la nave del pescado... La clientela —es verano— no es abundante. Sí mucho visitante que deambula por las calles abiertas. Ya se sabe que estos mercados históricos son un atractivo para el turista. Se puede presumir de que en Jerez tenemos un mercado de una categoría arquitectónica singular y admirable. Otra cosa es su modernización. ¿Será la obra definitiva? Esa es la cuestión.

David Reinado en su puesto de especias.   MANU GARCÍA
David Reinado, en su puesto de especias.   MANU GARCÍA

David Reinado, comerciante de especias en uno de los puestos, entiende que estas obras “ya nos las debían desde hace años; las cosas que pasan… Sin embargo todo lo que sea mejorar es positivo”. Eva Hierro vende frutas y verduras. Tiene las rodillas molidas porque para acceder y salir de su puesto tiene que hacerlo casi a rastras si no quiere perder un tercio del mostrador-expositor. Cuenta que no son pocos los comerciantes que adquieren daños en la articulación, algo crónico en los que día a día trabajan en estos diminutos espacios. De ahí que en su evaluación de las obras lamente no haber tenido en cuenta una mejora en los puestos. “Pues mira, por lo demás, las obras me parecen bien. Los suelos los están reformando y se está haciendo un lavabo de cara. Hacían falta”, concluye Eva.

Alonso Flores en su puesto en la zona del pescado.     MANU GARCÍA
Alonso Flores, en su puesto en la zona del pescado.     MANU GARCÍA

Alonso Flores es pescadero. Entre huevas de merluza, gambas, cazón, boquerones y otros, observa el tránsito de personas por la zona predilecta de la Plaza, a la que nunca le falta gente. A su juicio, esta actuación “es buena porque todo lo que sea mejorar el mercado está bien hecho; vendrá más gente y eso es positivo”. La intervención es de seis meses de duración para reformar y sustituir cubiertas, limpiar bajantes, trabajos de acondicionamiento de fachadas, trabajos de carpintería, incluyendo la sustitución de puertas de acceso, cerrajerías y mejoras de la accesibilidad; solería, saneamiento, fontanería, renovación de aseos, reparación de los montacargas, actualmente en desuso; climatización, electricidad y medidas contraincendios.

La fachada exterior con la plaza Doña Blanca con numerosos puestos ambulantes.    MANU GARCÍA
La fachada exterior que da a la plaza Doña Blanca dond ese instalan los puestos ambulantes.    MANU GARCÍA

También se renovará la imagen exterior de los diferentes puestos así como la instalación de nuevo mobiliario. Este es el plan con el que el Ayuntamiento quiere realzar un edificio emblemático de la ciudad y punto neurálgico de lo que fue el comercio alimenticio en Jerez. El mercado central de abastos de Jerez, con una superficie de 1.600 metros cuadrados, se termina de construir casi a finales del siglo XIX, en 1895. Costó cuatro millones de reales (unos 180.000 euros) y fue diseñado por el arquitecto municipal José Esteve. A finales de los 50 del siglo pasado se llevó a cabo una tremenda reforma que arrasó tres naves y las dos plantas que entonces daban forma al conjunto. En 2007 tuvo lugar otra remodelación en profundidad a nivel interno, la última hasta la fecha: la de la nave del pescado.

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KIKO ABUIN 1

Kiko Abuín

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