Pelayo 'desvía' más de 8 millones del canon del agua a nóminas y otros gastos corrientes

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El Ayuntamiento de Jerez, pese a los esfuerzos propagandísticos del gobierno municipal por trasladar ante la opinión pública una situación de orden y de normalidad, se mantiene en una situación de asfixia económica alarmante. Los ingresos extraordinarios por la venta del agua, que se suponían para los próximos 25 años, le han servido al equipo de la alcaldesa, María José García-Pelayo, para aguantar el grueso central del mandato en situación de normalidad, pero de eso casi no queda ya nada. El pasado viernes en el pleno municipal tuvo que acudir sin ir más lejos a la petición de un anticipo de casi 20 millones a cuenta de la Participación en los Ingresos del Estado (PIE), pese a que este dinero se ingresa en una cuenta restringida que se destinaba única y exclusivamente a pagar deudas con el Estado, según el último acuerdo alcanzado con Seguridad Social y Hacienda en la primavera pasada.

Al gobierno del PP en Jerez no le han bastado para equilibrar las cuentas ni los ahorros teóricos derivados de un ERE masivo para 260 trabajadores, ni los recortes en servicios públicos en torno a un 25%, ni la subida de impuestos como el recibo de la basura en un 50%... Pero tampoco los ingresos extraordinarios por la privatización del ciclo integral del agua. Según consta en el informe de la Tesorería Municipal, al que ha tenido acceso La Voz del Sur Jerez, de los 40,05 millones del segundo y último pago de Aqualia sólo quedaban 1,17 millones de euros a principios del pasado mes de octubre. Es decir, en apenas seis meses se han ido por el desagüe el 99,7% de lo que quedaba de un canon para 25 años vista. Como se recordará, por un módico canon de 80,1 millones de euros a pagar  en dos años se renunció a que el agua siguiera siendo patrimonio de los jerezanos y a los ingresos por esta gestión durante los próximos 25 años. Un canon nada comparable con un volumen de negocio de 900 millones que Aqualia calculó que generaría la jugosa concesión. ¿Y para qué ha servido este ingreso 'extra' en las arcas municipales? Básicamente, para que el gobierno local no haya tenido demasiadas apreturas económicas y financieras en los últimos dos años, aunque ahora, a falta de medio año para las elecciones municipales, las telarañas vuelvan a Consistorio.

Nóminas, indemnizaciones por encima de la ley en Onda Jerez... 

Desde el pasado 9 de abril, según consta en el referido informe al que ha tenido acceso LVDS Jerez, los fondos extraordinarios generados por el segundo pago del canon por la privatización del agua han tenido múltiples destinos, pero no aquel que en su día se vendió: "exclusivamente a pagar deudas". En marzo de 2013, cuando se cerró la adjudicación con Aqualia, Pelayo insistía: “El dinero no va a ser ni para fiestas, ni comidas, ni protocolo, ni lujos. Va a ser para pagar deuda con los bancos y liberar el futuro. Algunos partidos dicen que vamos a hipotecar la ciudad y lo que vamos a hacer es levantar las hipotecas que tiene Jerez". Meses después, al cobrar los primeros 40 millones, el gobierno local reiteraba que esta medida se ha adoptado "pensando en el interés general de los jerezanos, y, por tanto, este dinero será utilizado conforme a este principio y cumpliendo, en todo momento, con los compromisos asumidos por el Ejecutivo con los ciudadanos al hacer la concesión".

La realidad es que si el primer ingreso fue directo a los bancos, con gastos tan prescindibles como saldar íntegramente un préstamo con Unicaja a un interés mínimo que aún no estaba ni vencido, el segundo ingreso del canon ha servido para que el gobierno de Pelayo haya podido pagar las nóminas de los empleados municipales con comodidad -hay que recordar que en la segunda mitad de 2011 y en 2012 llegó a retrasarse en este pago hasta en dos meses- y  el resto lo ha dedicado a pagos de préstamos, al consorcio de Bomberos, transferencias a pedanías, a algunos acreedores privilegiados como Tragsa y Urbaser, e incluso al abono de un millón y medio de euros en indemnizaciones por encima del tope fijado por la ley tras un acuerdo de bajas voluntarias en Onda Jerez.

Según fuentes de máxima solvencia consultadas por este medio, las normas impuestas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para los Planes de Ajuste de los ayuntamientos impiden que los ingresos extraordinarios -caso de las privatizaciones de servicios públicos básicos- se dediquen a gastos corrientes, por lo que según el informe del Tesorero, el Ayuntamiento tiene pendiente de reponer 8.150.000 euros (habrá que ver cómo, cuándo y de dónde) que se han dispuesto para ese tipo de gastos, lo que se encuentra contabilizado como anticipos. "Esta es una circunstancia que a priori se antoja bastante parecida a la que llevó a la anterior alcaldesa ante los tribunales, y a ser recientemente condenada en primera instancia, en el caso de desfases de tesorería o desvío de fondos (ingresos que tienen una finalidad y que se aplican a otra; y por eso hay que reponerlos si se 'desvían')", han mantenido las mismas fuentes.

Enorme desahogo para hoy, cráter económico para mañana

En cualquier caso, lo que queda claro es que los 40 millones de canon restante por la venta del agua se han utilizado hasta el momento para pagar una mínima parte del programa de inversiones previsto hasta las elecciones por Pelayo (7,7 de 20 millones previstos se han abonado en cuatro disposiciones destinadas al pago de obras del Plan de Actuación); 13,9 al pago de la deuda por el préstamo sindicado; 6,1 millones para la Caixa; y 2,5 millones de un préstamos hipotecario suscrito por Emuvijesa (empresa municipal de la vivienda) con Catalunya Bank. Aparte, como se ha dicho, se han empleado en otros gastos ordinarios y extraordinarios, como abonar 608.000 a Urbanos Amarillos y saldar más de 6 millones de euros en nóminas de la plantilla municipal entre marzo y mayo pasados.

En paralelo, también se han librado de estos fondos los referidos 1,5 millones para las indemnizaciones en Onda Jerez; un millón para Urbaser; 600.000 euros para Tragsa; y más de 240.000 para la constructora Tarje que en estos momentos concluye la nueva jefatura de la Policía Local. "Ni empleo, ni inversiones. Malvender el agua pública solo ha servido para desahogo financiero del gobierno de Pelayo, hipotecando las arcas municipales de los próximos 25 años", recalcan las fuentes consultadas. Hipoteca que es aún mayor, si se tiene en cuenta que para pagar las deudas con los proveedores y conseguir paz social temporal con ellos y sus plantillas, la regidora y senadora popular ha aumentado la deuda con bancos, situando a Jerez entre los grandes municipios más endeudados de España y aplazando su devolución, por lo que durante  esta legislatura no ha tenido que devolver un céntimo.

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