Hace tres semanas se anunciaba que el Ayuntamiento de Jerez estaba ultimando los detalles para cambiar la ubicación del mercadillo de los sábados de La Granja. Una decisión que no ha sentado nada bien a vecinos y comerciantes de esta populosa barriada de la ciudad.
Para solicitar la retirada de la propuesta municipal de traslado del mercadillo ambulante que se celebra los sábados y que “representa un importante movimiento económico para nuestro barrio” se ha iniciado una campaña de recogida de firmas en el barrio que también se ha trasladado a change.org.
Más de 15 años en su actual ubicación
Con más de 15 años de historia en su ubicación actual, el mercadillo de los sábados en La Granja se ha convertido en uno de los más concurridos e influyentes de la provincia de Cádiz. Cada fin de semana, cientos de personas acuden no solo desde la barriada, sino desde distintos puntos de Jerez y otros municipios cercanos, consolidando su papel como motor económico y social del barrio. La actividad beneficia de forma directa e indirecta a panaderías, bares, fruterías y pequeños comercios que dependen del movimiento generado en torno a los puestos.
Desde la plataforma vecinal que encabeza la oposición al traslado han recordado que “este mercadillo no es solo una cita comercial, es una parte vital de la identidad del barrio”. Aseguran que es un espacio en el que “se hace barrio, se construye comunidad, se genera riqueza y se garantiza una oferta accesible para muchas familias”. Un tejido que, advierten, podría verse seriamente afectado si se ejecuta la reubicación prevista por el Ayuntamiento de Jerez.
Llamamiento al diálogo y a proteger la vida de barrio
Los defensores del mercadillo han subrayado que los vendedores cumplen con las normativas de seguridad y acceso, y que “se ha demostrado durante años que este mercado es seguro y perfectamente compatible con la vida residencial”. Frente a las razones esgrimidas para justificar su traslado, insisten en que eliminar este tipo de actividades del núcleo urbano “vacía los barrios y rompe el tejido social”.
Como referencia positiva, citan los casos de San Fernando, Cádiz capital o Estella del Marqués, donde los mercadillos ambulantes se mantienen dentro del entramado urbano. En esos contextos, destacan, se ha protegido su función social y accesibilidad, integrándolos en la vida cotidiana de la ciudadanía. “Los mercadillos de barrio no son un estorbo, son una oportunidad. Son puntos de encuentro, de economía circular, de vida”, han expresado desde la plataforma.
El colectivo vecinal ha hecho un llamamiento al Ayuntamiento para que reconsidere su postura y abra un proceso de diálogo real con comerciantes, vecinos y vendedores ambulantes. En su opinión, cualquier problema que haya podido surgir puede abordarse sin necesidad de expulsar el mercado del barrio. El objetivo, dicen, debe ser garantizar la convivencia, no desarticular lo que funciona.
La campaña de recogida de firmas ya ha comenzado en varios comercios de La Granja y se ha extendido también al ámbito digital. En pocos días ha reunido un respaldo considerable y continuará activa en las próximas semanas. Los vecinos aseguran que seguirán movilizados hasta conseguir que el mercadillo no solo permanezca, sino que sea reconocido como parte esencial del alma del barrio.
