Un comerciante de la calle Évora, última víctima de la oleada de robos en el centro. Aunque la Policía detuvo al ladrón, los propietarios de negocios confiesan que tienen miedo a que les ocurra lo mismo.
Esperó, calle Évora arriba, calle Évora abajo, a que Miguel, propietario de 'Chic Women', abriera su negocio a eso de las seis de la tarde de éste pasado 25 de julio. "Estaba yo con una compañera sentada y le dije: Qué está tardando el hombre en salir. ¿Y ese qué va a comprar ahí, con las pintas que lleva?", relata una comerciante de esta estrecha calle peatonal del centro, que ya le pareció sospechosa la actitud del individuo, sobre todo cuando pasó por delante de la tienda y vio a Miguel "con la caja abierta contando monedas". Por un momento pensó "que le estaba dando cambio", pero luego escuchó un portazo al cerrarse fuerte la puerta de la tienda y eso le hizo sospechar aún más. "Me volví y seguí viendo al hombre en la misma postura. Y nos preguntamos: ¿Le estará amenazando con una navaja?". Tras eso, relata, salió de la tienda "de lo más tranquilo con su mochila, sin prisa ninguna".
El ladrón se hizo con unos 300 euros de botín, según han sabido comerciantes de la calle como Rosa Barba, dependienta de una de las tiendas contiguas al local asaltado. lavozdelsur.es ha querido ponerse en contacto con el comerciante atracado, pero esta tarde ya tenía la puerta de su local cerrado. Sus vecinos de Évora indican que Miguel no va volver a abrir su tienda en las tardes en lo que queda de julio. El susto fue grande. "Llegó diciendo: ¡Que me han atracado, que me han puesto un cuchillo en la garganta! Y creímos al principio que era cachondeo, porque siempre estamos de broma. Pero fue nada, asomarnos y en dos segundos ver al hombre tan tranquilo andando por la calle", relata otro comerciante. “Cuando le estuvieron atracando el hombre le dijo: ten en cuenta que conozco a tu mujer, a tu niña chica y a tus padres; con que ten cuidadito con llamar a la policía. Por eso el tío iría tan campante para arriba”, afirma otro comerciante, según el relato que le dio el propio atracado.
Afortunadamente para Miguel y el resto de comercios de Évora, el ladrón fue detenido. Miguel lo vio entrar en el bar Las Tres Rejas, no sin antes deshacerse de una mochila, que tiró a la basura. "Le dije a Miguel que lo siguiera guardando un poco las distancias y que yo llamaba a la Policía". Unos minutos después llegaron y el propietario de 'Chic Women' les indicó dónde estaba. Los cuerpos de seguridad entraron y lo sacaron del bar detenido. Al parecer había intentado cambiarse de ropa en el cuarto de baño.
Desgraciadamente, este verano se están multiplicando los robos a las tiendas del centro. En ocho días, el comercio 'Vaya Tinta' de la calle Arcos ha sufrido dos intentos de robo; en la librería El Laberinto se hicieron con dinero en metálico y materiales y a estos se le suma la rotura de un escaparate en la mítica tienda de ropa de niños, 'Donald'. Una persona entró, reventó la caja registradora y robó todo el dinero que contenía en la madrugada del sábado 16 de julio. El día anterior, sobre las 20:30 de la tarde -la hora de cierre- el propietario de 'Azul Stoque', Francisco Mancilla, cuenta que en el momento en que volvió a la tienda después de haber conseguido cambio, vio como un hombre -de unos 50 años- salía de su negocio. Inmediatamente se dio cuenta de que se habían llevado la funda de su portátil, creyendo que estaría dentro. No presentó denuncia ya que pudo localizarlo en la calle y rescatar la funda.
Y aunque la presidenta de Acoje, Nela García, ya ha mantenido una reunión con la Policía -que ya tiene identificados a algunos de los ladrones- para tratar estos robos, los comerciantes critican la labor policial. “Por la tarde y a todas horas, ¿dónde están? Sabiendo cómo están las cosas en los negocios, que encima de que se vende poco vengan a atracarte… tiene narices. Hártate de pasar fatiga para vender cuatro prendas, para que luego venga un listo y se lo lleve calentito”, afirma un comerciante a este medio, a lo que apostilla: “Es que se te quitan las ganas. Yo he puesto un palo y el insecticida al lado de la caja”.
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