La emblemática librería de segunda mano Planeta ZOCAr, situada en la plaza Vargas de Jerez, atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia. Tras una década siendo un referente cultural y literario en pleno centro de la ciudad, el establecimiento se ve obligado a desalojar el local que ha ocupado hasta ahora.
El posible cierre no solo pondría fin a un espacio fundamental para los amantes de los libros de segunda mano, sino que también supondría la pérdida de un lugar que ha alcanzado notoriedad a nivel nacional por sus fenómenos paranormales, hasta el punto de convertirse en protagonista del programa televisivo Cuarto Milenio.
El origen de la situación se remonta a cuando el inmueble fue alquilado a la antigua Escuela de Hostelería. Tras el embargo de Hacienda, los inquilinos comenzaron a abonar directamente el alquiler al organismo público. Posteriormente, el local pasó a ser propiedad de La Caixa, que a su vez lo vendió a la inmobiliaria Coral Homes, señalan los propietarios de la librería. El caso es similar al del desahucio de una familia en la zona Sur de Jerez hace unas semanas. Desde hace seis años, esta compañía ha intentado por todos los medios recuperar el espacio, con juicios incluidos. Aunque la justicia ha dado siempre la razón a la librería, el contrato expira a finales de septiembre y no hay acuerdo posible.
Ante este escenario, la dirección de Planeta ZOCAr lanza un llamamiento a inversores, instituciones y particulares. “Queremos seguir siendo un punto de encuentro para los lectores, un espacio que conserve la esencia del libro de segunda mano y, al mismo tiempo, un lugar único en España por las historias que han marcado sus muros. Pero necesitamos apoyo para que esto no se pierda”, explican desde la librería.
Un espacio de cultura
Más allá de los libros, este lugar ha sido considerado un epicentro de lo paranormal. El médium Aldo Linares describió allí la presencia de “un hombre de pelo cano, corto y con cejas pronunciadas, que tiene una manera de caminar peculiar. Es alto y un poco encorvado”. Se trataría, según algunas versiones, del pintor gaditano José de Montenegro, quien pudo haber muerto en la antigua posada de La Paz en 1916, ubicada en ese mismo emplazamiento.
No son pocos los testimonios de clientes que aseguran haber visto libros caer solos de las estanterías o la figura de un hombre extraño merodeando entre los pasillos. El escritor José Manuel Frías ha ido más allá, señalando que el local podría estar sobre un antiguo cementerio árabe, hipótesis reforzada por hallazgos de restos en obras cercanas.
En Cuatro llegaron a bautizarla como “La Librería de los Horrores”, y lo cierto es que su cierre significaría perder no solo un enclave cultural, sino también un imán turístico y misterioso que durante años ha puesto a Jerez en el mapa de lo insólito y lo literario.
