Jerez, tras cinco años de reforma laboral: "Ahora hay contratos de cuatro horas pero echan diez"

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El desempleo baja a cambio de un 97% de altas temporales y precarias. Más de un 80% de demandantes carece de prestación social.

Hace cinco años que entró en vigor la nueva reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy y en Jerez, en una tónica similar a la del resto de España, hay menos demandantes de empleo que entonces. De 34.189 contabilizados en febrero de aquel 2012 se ha pasado a los 31.490 censados en enero de este año, el dato de paro más bajo desde octubre de 2011 (31.620). ¿Es positivo? Podría pensarse que sí. Es lo que el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Javier Sánchez Rojas, denomina "ver el vaso medio lleno". "Antes solo se destruía empleo y se hundía empresas; desde la reforma laboral hubo un punto de inflexión, y se ha parado la destrucción y el saldo de creación de empresas en la provincia da un neto de unas 1.500 nuevas al año", justifica. La alcaldesa, Mamen Sánchez, también en declaraciones a lavozdelsur.es, mantiene esta perspectiva en su radiografía particular, aunque con matices relevantes: "Es bastante importante ver que ahora hay movimiento y que al menos ya no se está perdiendo empleo. Ves datos de recuperación, aunque ya sabemos costa de qué. Lo que más se nota desde luego es la baja calidad del empleo en todas las ciudades, pérdida de derechos laborales, salarios al mínimo y contratos sin vigilancia del Estado, gente trabajando 12 horas por un contrato de 4, y que no te garantiza vivir. Gente con dos trabajos para llegar a ser mileurista".

Tras tocar techo (o fondo, mejor dicho) en febrero de 2013, con 37.200 parados inscritos en el SAE, Jerez ha vuelto prácticamente a las estadísticas del inicio de la crisis (por encima de la barrera de los 30.000 desocupados), aunque con el agravante de que el empleo que se crea ahora es más precario e inestable (si cabe), y hay una enorme masa de mano de obra cualificada que ya dejó la ciudad en busca de nuevas oportunidades. Los sindicatos recapitulan las cifras de la vergüenza: el 97% de las contrataciones que se cierran son temporales, los contratos son por apenas un puñado de horas y más del 80% de desempleados carecen ya de prestación o subsidio alguno. "Con la reforma laboral no se ha creado empleo, lo único que se ha hecho es repartir el que había. Si antes era un contrato de 8 horas y era más o menos estable, pues ahora estos contratos son de 4 horas y trabajan dos. Por eso los datos engañan", expone Pedro Alemán, secretario comarcal de la UGT. Su homólogo en CCOO, Rafael Tejada, sintetiza: "El objetivo se ha visto claro cuál era; cargarse la negociación colectiva y mermar los salarios de los trabajadores".

Hacia el neoesclavismo: ocurrió cerca de su casa

En lavozdelsur.es se han podido leer en estos años de recortes y pérdidas de derechos laborales numerosos casos sonrojantes, casi de neoesclavismo. “Aunque sea denigrante y penoso, si no tengo nada, lo cojo; tengo que darle de comer a mi niño de tres años”, narraba en enero de 2015 a este medio la jerezana Mayte Crespo, protagonista de una denuncia por las condiciones lamentables de trabajo que le ofrecían en una panadería. También ha habido otros casos como el de una chica, Cristina Luna, que cobraba apenas 600 euros sumando dos trabajos al día, o el de Isabel Delgado, una joven de 26 años que aseguraba haber perdido la cuenta de trabajos encadenados para poder pagarse sus estudios superiores. "Hay contratos de lunes a viernes en los que los fines de semana se rompe el contrato y el lunes se vuelve a contratar. Es un fraude a los trabajadores y a la Seguridad Social, pero se hace oídos sordos", comenta Tejada, que asegura que el volumen de denuncias al sindicato ha quedado reducido a la mínima expresión pero, no obstante, "nos siguen llegando gente sobre todo del sector servicios, donde echan 10 o 12 horas diarios y, en el mejor de los casos, está contratada por 3 o 4 horas al día".

Después de la reforma laboral de Zapatero en 2010, ya de por sí "agresiva", el PP introdujo el cambio más profundo en el Estatuto de los Trabajadores desde que se alumbró en 1980. Esto sirvió en la ciudad, por ejemplo, para poner en marcha un expediente de despidos masivos en el Ayuntamiento de Jerez, la primera vez que se llevaba a cabo una medida tan drástica en una Administración pública y aún se recuerda a una exalcaldesa Pelayo felicitándose por ser pionera durante una entrevista en la cadena Intereconomía. La propia dirigente popular, ahora diputada en el Congreso, calificaba en las municipales de 2007 a Jerez como "la ciudad del paro", cuando aquel año se cerró con 18.500 inscritos en las listas del paro, unos 13.000 menos que en la actualidad. "Tenemos estadísticas que demuestran que la etapa en la que más paro se ha creado en Jerez en menos tiempo ha sido durante el mandato de Pelayo", asegura la actual regidora socialista.

De dónde venimos, ¿vamos hacia algún sitio?

Jerez, que venía de un desmantelamiento industrial fortísimo a finales de los 80 y de una ingente cantidad de mano de obra dependiente de la burbuja del ladrillo, dejó de ser la ciudad del paro para convertirse en la capital europea del paro. Con una tasa que afecta en torno al 40% de la población activa —ni la franja de Gaza alcanza estas cotas, como en más de una ocasión se ha publicado—, el desempleo está impregnado en los huesos de la sociedad jerezana. La reforma laboral solo ha ayudado a la metástasis. "Ha sido un cáncer para el mercado de trabajo en general pero es que en Jerez no ha hecho más que agravar la situación estructural que ya padecíamos", insiste Tejada. Y añade Alemán: "La gente en la hostelería está contratada en muchísimos casos por 4 horas y echan 10, y se les paga en negro o directamente no se paga. Ese es el trabajo que se está creando. Estamos hartos de pedir cambios en la legislación laboral porque no da los resultados esperados y no sé a qué esperan".

¿Y cómo la gente no revienta ante esta situación tan alarmante? Válvulas de escape como la economía sumergida y el colchón que propocionan los abuelos pensionistas a las familias son clave para entender por qué no se ha producido un estallido social tras cinco años de reforma laboral y casi una década de crisis generalizada dentro de un municipio en el que ha llovido torrencialmente sobre mojado. "Son muchos años de paro estructural —reconoce el dirigente de UGT en Jerez— que ya nos hemos tomado con resignación, entre la economía sumergida y el colchón de los abuelos y sus pensiones. Todo eso está manteniendo que la gente se haya habituado a malvivir. Somos capaces de tragárnoslo todo". "Es un círculo vicioso que cada vez se va agrandando más", recalca el responsable de Comisiones.

En el caso del presidente de la patronal, su discurso insiste en deslocalizar el problema y en trasladar un mensaje para la esperanza: "Nos queda mucho por pedalear, no hemos terminado de salir de la crisis, pero hay datos que invitan al optimismo". Sánchez Rojas admite que en Jerez, "sin duda, hay un paro estructural mucho más grave que en otras poblaciones. Estamos entre todos intentando salir de una tormenta perfecta: una pirámide de población con más demandantes que la media, en una ciudad de 215.000 habitantes, donde la toma de temperatura es mucho más grave. Pero creo que no queda otro camino que pensar menos en Jerez aislado y más integrado en la provincia, y Jerez como motor y como receptor de muchas cosas". En todo caso, apunta, "¿dónde está el paro de Jerez? Hay unas 40.000 personas trabajando en la provincia que no son del municipio en el que trabajan. Cuando cerró Delphi el epicentro del drama fue Puerto Real pero de 1.000 trabajadores, 400 eran de Jerez. Si un parado jerezano encuentra trabajo en El Puerto, ¿dónde baja realmente el paro?". A todo esto, recuerda que la densidad empresarial de la provincia es 20 puntos más bajas que la media nacional, y 10 menos que la andaluza: unas 45 empresas por cada 1.000 habitantes.

¿Actividad, proyectos?

Pese al paro crónico de la ciudad y el desmantelamiento empresarial con la crisis, la alcaldesa de la ciudad hace un análisis que vislumbra esperanza. Al menos, en cuanto a movimiento inversor se refiere. Con una media de 3-4 entrevistas a la semana con posibles empresas interesadas en instalarse en la zona, Mamen Sánchez asegura haber notado que "a veces el Ayuntamiento ha vivido de espaldas de posibles proyectos". "A nosotros nos llegan muchos, unos son viables y otros no, pero los recibimos a todos. Y le damos mucho cariño a las cosas; cuando no tienes la facultad de tener las competencias en empleo y no puedes contratar, lo que nos queda es dar un buen trato a las empresas privadas que quieren venir a Jerez. Y vemos movimiento", afirma. Después de años de iniciativas fantasma, de proyectos grandilocuentes que quedaron en nada, la ciudad ha dado recientemente ejemplo de unidad a nivel político ante la posibilidad de que la gigafactoría de Tesla, la multinacional de los vehículos eléctricos, se interese por Jerez a la hora de instalar su planta en Europa. Por unanimidad, la declaración institucional ofreciendo la ciudad como posible suelo para la inversión incluso encontró respuesta por parte de esta compañía, dispuesta a reunirse con el Consistorio para analizar la posibilidad.

Sin embargo, no siempre ha ocurrido así. "De tres décadas para acá, con la reconversión tan bestial del sector vitivinícola, no hemos levantado cabeza. El objetivo es Cádiz para las guerras internas de los partidos pero es que el objetivo también debería de ser Jerez. Aquí ha habido coincidiencia de siglas en todas las administraciones y la guerra entre partidos o en el mismo partido siempre nos salpica", apunta Rafael Tejada. A lo que Alemán le da la razón: "Jerez necesita apoyo de las Administraciones públicas, la creación de empleo no está en las manos del Ayuntamiento, aunque sí es verdad que se puede mover mucho mejor respaldado por cosas como el Consejo Social y dar una imagen de unidad, de que estamos todos en el mismo barco, pero para eso hay que darle prioridad al Consejo porque ahora mismo está muerto". El Parque Científico Tecnológico Agroindustrial (PCTA), el Polo Aeronáutico, la Ciudad del Flamenco... Grandes proyectos que han ido cayendo en el olvido siendo sustituidos por otros que ahora, a rebufo de los fondos ITI, brotan como esperanza de futuro. "Del Gobierno central, que tiene tres veces más fondos que la Junta, todavía no sabemos nada, ni idea", expone Mamen Sánchez sobre los fondos europeos. Y agrega: "Lo que tenemos que hacer es intentar traer empresas, que las que tenemos no se vayan, y apoyar a nuestros emprendedores. Después el tema turístico es muy importante y no es casualidad que concentremos grandes eventos en meses como octubre. Se estudian y se trabajan las cosas para favorecer a la ciudad". De momento la ciudad, tras cinco años de reforma laboral, ha vuelto al punto (pésimo) en el que se encontraba después de irrumpir la crisis. Veremos en qué punto está dentro del próximo lustro. 

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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