A la calle San Pablo y a las plazas Vargas y Clavo se unirá en breve el eje viario conformado por las calles Algarve, Remedios y Santa Ana. El centro de Jerez se blinda al bullicio masivo y a los estragos del boom hostelero, especialmente en lo que a locales de copas y ocio nocturno se refiere.
El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) recoge este jueves el inicio del procedimiento para la declaración de las tres últimas calles mencionadas como zonas acústicamente saturadas (ZAS). Esto en la prácitca significa que quedan vetadas nuevas licencias para establecimientos hosteleros y, además, el control del ruido de los negocios que ya existen, acordándose incluso la posible "modificación o traslado de actividades" que incrementen los valores de los índices de ruido.
El objetivo del inicio del procedimiento es "garantizar el descanso de los vecinos", ya que la decisión del gobierno municipal parte de una denuncia, con fecha 17 de agosto de este año, de la asociación para la Promoción Cultural y Vecinal de la Calle Remedios, por la que se hacía constar la contaminación acústica que se genera en las citadas calles del centro histórico de Jerez.
Sin embargo, no es la primera vez que hay quejas sobre el rumbo que ha tomado una de las principales vías comerciales del centro de la ciudad.
Y es que el problema no es solo la aglomeración de negocios hosteleros enfocados al ocio nocturno o a las copas, sino lo que se genera en torno a ellos, con constantes acumulaciones de personas y, en muchos casos, gente bebiendo en la calle.
La cosa ha ido a peor. Como recoge el propio expediente de inicio del procedimiento de esta nueva zona ZAS del centro, el pasado 10 octubre se remitió al Servicio de Gestión del Medio Ambiente un escrito suscrito, con fecha de un día antes, por el jefe de la Policía Local en el que, tras la correspondiente campaña de vigilancia y control efectuada los días 15, 16, 17, 22, 23, y 23 del pasado mes de septiembre, en horario nocturno, se puso de manifiesto que "la situación de saturación de personas en las calles Algarve y Remedios, así como el elevado ruido que provoca la misma, hace imposible el descanso de los vecinos de la zona, lo que motivó el desalojo del lugar de todas aquellas personas que no se encontrasen ocupando los veladores de los establecimientos, y se pudo comprobar una multitud de personas consumiendo bebidas en la vía pública ocasionando ruidos y alterando la pacífica convivencia".
"Debido a la gran afluencia de personas se hace imposible transitar por dichas calles. El escrito del jefe de la Policía Local se acompañaba de numerosas actas de inspección y denuncias así como de reportaje fotográfico que puso en evidencia la concentración de personas en estas calles". El Ayuntamiento, reunido con los vecinos y hosteleros, decidió actuar, y se espera que en cuestión de un par de meses —máximo de plazo para interponer recursos contra la decisión— esté ya oficialmente constituida esta nueva ZAS del centro de Jerez.
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