La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, ha visitado la Escuela de Naturaleza del Centro de Conservación de la Biodiversidad Zoobotánico, una de las actividades más consolidadas del verano jerezano. Acompañada por el teniente de alcaldesa de Medio Ambiente, Jaime Espinar, y el delegado de Educación y Deportes, José Ángel Aparicio, participó con los menores en las primeras dinámicas de la jornada.
Dirigida a niños y niñas de entre 4 y 12 años, esta Escuela de Naturaleza combina el aprendizaje con la diversión en un entorno privilegiado como el Zoobotánico, centro de referencia nacional e internacional en conservación de especies y educación ambiental. Durante una semana, los participantes viven una experiencia inmersiva en contacto con la fauna y la flora.
Educación ambiental y convivencia para los más pequeños
La alcaldesa compartió con los menores la preparación del enriquecimiento ambiental para los chimpancés, basado en frutas y verduras, y conoció de primera mano a los dos machos de capibara recién incorporados al centro, bautizados como Tupi y Poncho tras un concurso en redes sociales.
García-Pelayo también aprovechó la ocasión para felicitar a Fátima Monreal, nueva directora del Zoobotánico —dirige el servicio de Protección Animal en el Ayuntamiento—, a quien deseó “lo mejor en esta nueva etapa profesional”. Subrayó que el centro “no solo está para divertir, sino que es también un espacio de investigación e innovación, que colabora con programas europeos, de la Junta y del Gobierno de España”.
La alcaldesa destacó la consolidación de esta actividad como herramienta educativa y de convivencia. “No solo es importante desde el punto de vista medioambiental, sino que es un lugar para hacer amigos, para aprender valores y desarrollar desde edades tempranas el amor por la naturaleza”, afirmó.
Nuevos proyectos durante todo el año
García-Pelayo avanzó que se está trabajando desde las áreas de Medio Ambiente y Educación para extender este tipo de iniciativas a lo largo del año. Agradeció a Turismo Rural Genatur, empresa adjudicataria del servicio, su implicación en un proyecto “que crece cada edición”.
Por su parte, Jaime Espinar resaltó la “ilusión con la que se prepara cada edición por parte del equipo del centro”, y valoró la Escuela como una herramienta que, además de educar, ayuda a conciliar la vida familiar en verano, ofreciendo actividades formativas y de ocio de calidad.
Una de las principales novedades de este año es la inclusión de la nueva Granja, recientemente inaugurada, donde los menores han aprendido sobre animales domésticos en peligro de extinción como el burro andaluz, la cabra payoya o la oveja grazalemeña. La alcaldesa también visitó esta instalación y asistió a una exposición pedagógica organizada por los monitores.
Durante su semana de estancia, los participantes se convierten en auténticos naturalistas. Descubren la fauna salvaje, se familiarizan con los hábitos, la alimentación y el comportamiento de los animales, y aprenden a cuidar el entorno vegetal y patrimonial del parque. Todo ello, con un enfoque participativo, didáctico y comprometido con el medio ambiente.
