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Entrevista con la eurodiputada de IU, Marina Albiol, que pasa por la ciudad para informar acerca del estado actual de la crisis de los refugiados y otros de actualidad.

Desayuna deprisa porque en media hora tiene una rueda de prensa y el tiempo apremia. El día anterior estuvo en Conil, ahora en Jerez… Así de apretada tiene la agenda cuando no está en Bruselas, ocupando su escaño de eurodiputada por IU. Marina Albiol (Castellón, 1982) pone el foco en los refugiados en su visita a la ciudad.

Una vez pasado el huracán mediático, parece que nos hemos "olvidado" de los refugiados, ¿no cree?

Lo peor que nos puede pasar es que normalicemos la situación y que se aparte el foco mediático de las fronteras y del drama que están viviendo los refugiados. Hay que continuar reivindicando un cambio de políticas en ese sentido. La UE tiene que asumir su responsabilidad. No hay que olvidar que fueron países europeos, junto a EEUU, los que invadieron Irak y Afganistán, los que bombardearon Libia, los que financiaron a los sectores armados en Siria… Y por tanto, hay una responsabilidad de la UE en ese sentido y también por el cierre de fronteras que ha hecho que mucha gente tenga que jugarse la vida. Nuestro deber es seguir diciendo que la situación sigue siendo dramática, que los fondos no están llegando y que Europa no está cumpliendo con sus responsabilidades.

¿Cree que la acogida es insuficiente?

Absolutamente. En países como Líbano tienen acogidos a 1.800.000 refugiados, lo que correspondería al 24% de su población, por tanto las cifras que ofreció la UE y el Estado español están muy lejos de la capacidad real de acogida que tenemos en Europa. Hay que exigir un esfuerzo muchísimo mayor por parte de los países de la UE. Además, contrasta mucho la solidaridad que están demostrando los ciudadanos y muchos ayuntamientos con la insolidaridad de nuestros gobiernos.

Ante esta situación es común escuchar expresiones del tipo: con los parados que tenemos aquí y encima acogemos refugiados… ¿Qué le parecen este tipo de frases?

Son comentarios que muchas veces vienen instigados por discursos políticos de la derecha y de la extrema derecha que tratan de enfrentar a los pobres entre sí. Quieren enfrentar a la clase trabajadora y que nos peguemos por las migajas. Intentan apuntar al inmigrante como el enemigo, criminalizarlo, para que no nos demos cuenta de que al final nuestro enemigo no es el que viene de Siria, ni de Marruecos, ni de Sudán, sino que lo que nos quitan el trabajo, las becas comedor y los que están recortando en Sanidad son nuestros gobiernos autonómicos y el central.

"La UE tiene que asumir su responsabilidad. No hay que olvidar que fueron países europeos, junto a EEUU, los que invadieron Irak y Afganistán o los que bombardearon Libia"

Incluso ha llegado a decir que la UE, con los 1.800 millones que dará a África para que acoja refugiados, quiere que estos países hagan “el trabajo sucio”.

La UE está haciendo una política de externalización de fronteras, paga a terceros países para que los refugiados no puedan salir de ellos. Nosotros con eso somos muy críticos, entendemos que habría que habilitar vías seguras de acceso a Europa, corredores humanitarios, pero en ningún caso pagar a otros países para que se queden con los refugiados. Me parece una política absolutamente inhumana, y además estamos hablando de países como Eritrea, que tienen regímenes dictatoriales. No hay garantías de que se respeten los derechos humanos. Es tratarlos como si fueran mercancía, a cambio de dinero.

También es muy crítica con el TTIP, ¿en qué nos afectará?

Somos muy críticos por cómo se está negociando, porque se está haciendo en secreto, de espaldas a la ciudadanía. Ni los europarlamentarios tenemos acceso a toda la documentación. Podemos entrar en la sala de lectura pero sin móvil, sin lápiz y sin papel y firmando un documento de confidencialidad. Este tratado es una apisonadora que pasa por encima de nuestros derechos. El TTIP (Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión) está hecho a medida de las multinacionales, nos va a afectar en todos los sectores de nuestra vida: derechos laborales, servicios públicos, medio ambiente, en el sector agrario… Es mucho más que un tratado comercial. Estamos hablando de cambiar leyes y normativas para adaptarlas a los intereses de las grandes multinacionales. Ni los pequeños comercios ni las pequeñas explotaciones agrarias van a poder competir con ellas. Corremos el peligro de que se destruyan puestos de trabajo, de que se cierren comercios, de que se abandonen explotaciones agrarias y también de que nuestros derechos laborales empeoren, porque cuando hay ese nivel de competencia al final quien gana es quien ofrece precios más bajos a coste de peores salarios y de peores condiciones laborales.

¿Va conociendo la ciudadanía qué es el TTIP?

Todavía sigue siendo desconocido, porque hay una estrategia por ocultarlo. No se abren telediarios, no sale en las portadas de los grandes periódicos… y también desde la Comisión Europea y desde los gobiernos de los estados miembros no están haciendo nada por informar a los ciudadanos. Pero sí es cierto que desde hace un año y medio el nivel de conocimiento ha aumentado muchísimo gracias a una inmensa labor que se está haciendo por parte de las plataformas contra el TTIP y fundamentalmente por organizaciones sindicales, ecologistas, Attac… Están haciendo una gran labor de difusión.

¿Cree que es posible paralizarlo?

Sin duda. Creo que podemos pararlo, como se paró la Constitución europea en su momento. Pero para eso necesitamos una gran alianza de la izquierda política y de la izquierda social, que la gente se organice, que nos movilicemos, que nos veamos en la calle. Esa es la única manera.

¿En qué ha cambiado su percepción de la política desde que está en el Europarlamento?

Quizás lo que más critico es que realmente hay una alianza entre conservadores, socialdemócratas y liberales, que son los que están gobernando la UE. Los conservadores han puesto al presidente, al señor Juncker, y los socialdemócratas al presidente del Parlamento Europeo, al señor Schulz. Hay una alianza, aunque aquí cuando llegan las campañas electorales el PP y el PSOE intentan diferenciarse, pero luego en Europa son aliados, pactan todas las políticas y votan juntos el 80% de las veces.

Antes el Europarlamento era poco menos que un cementerio de elefantes, ahora parece el trampolín para ocupar otros puestos en España, ¿no le parece?

Sí, era el lugar al que iban los políticos para tener un jubilación tranquila. En ese sentido somos muy críticos, creemos que el Parlamento Europeo no es un lugar para ir a jubilarse con un buen salario, sino que tiene que ser un lugar para seguir haciendo política al servicio de los ciudadanos. Hay determinados diputados y diputadas, sobre todo de los grupos mayoritarios, que no trabajan todo lo que se espera de un representante público, pero hay otros que estamos haciendo una buena labor y que estamos trabajando realmente bien. En nuestro caso en ningún momento nos lo planteamos como un trampolín ni porque queramos acceder a otros puestos. Tenemos muy claro que es nuestra obligación.

¿Qué le parece que IU y Podemos no vayan juntos a las generales?

Creo que hemos perdido una oportunidad de realmente hacer una unidad popular. Cuando pasaron las elecciones municipales entendimos que allí donde habíamos ido todos juntos se habían tenido muy buenos resultados, en Barcelona, Madrid o Zaragoza, y entendíamos que ese era el modelo que queríamos para las elecciones generales. IU lo estuvo intentando hasta el último momento y se ha hecho un gran esfuerzo para hacer candidaturas de unidad.

¿Entonces la culpa es de Podemos?

Creo que aquí tampoco se trata de buscar culpables o inocentes, pero sí que creo que por parte de IU se hicieron todos los esfuerzos necesarios para que tuviéramos esas candidaturas, aunque finalmente no haya sido posible.

Sobre el autor:

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Francisco Romero

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Antes de terminar la carrera, empecé mi trayectoria, primero como becario y luego en plantilla, en Diario de Jerez. Con 25 años participé en la fundación de un periódico, El Independiente de Cádiz, que a pesar de su corta trayectoria obtuvo el Premio Andalucía de Periodismo en 2014 por la gran calidad de su suplemento dominical. Desde 2014 escribo en lavozdelsur.es, un periódico digital andaluz del que formé parte de su fundación, en el que ahora ejerzo de subdirector. En 2019 obtuve una mención especial del Premio Cádiz de Periodismo, y en 2023 un accésit del Premio Nacional de Periodismo Juan Andrés García de la Asociación de la Prensa de Jerez.

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