Tener ganas de pasarlo bien y trabajar en equipo. Esos son los principales requisitos para practicar artes marciales, un deporte que año tras año aumenta el número de miembros en los diferentes clubes de Jerez. En el Club Nazaret, asociacion recreativa y cultural de Jerez, donde se viene practicando Tai Jitsu desde hace 40 años, el número de inscritos aumenta un 10 por ciento al año.
Este ejercicio es idóneo también para los padres y madres por diferentes razones que incluyen la salud, la protección y desarrollo personal, la disciplina mental, la forja del carácter y la autoconfianza. Manuel Caballero, delegado de artes marciales de El Club Nazaret, asegura que “las artes marciales, aparte de conseguir paz interior, influyen muy especialmente en nuestra manera de vivir y de sentir, lógicamente, combinado con el buen estado tanto de forma como de espíritu que proporciona”.
Las artes marciales mejoran la autoestima, inculcan disciplina, perseverancia, respeto. Su práctica entre los más pequeños puede desencadenar cambios notables en todas las parcelas de su vida. Niños que no se relacionan prácticamente con nadie logran estructurar una red de amigos y compañeros sólida.
"Niños que no se relacionan prácticamente con nadie logran estructurar una red de amigos y compañeros sólida"
“En el caso de niños hiperactivos practicar artes marciales les ayuda a descargarse y a hacer su vida y la de sus seres queridos más fácil”, cuenta orgullosa Almudena Caballero, quien imparte clases de Tai Jitsu en las categorías de infantil y alevines. Por supuesto, la entrega y dedicación a este deporte también influye de forma positiva en los estudios, puesto que, como sucede con otro tipo de actividades extraescolares a las que se ‘enganchan’ los pequeños, estos suelen esforzarse más en sus estudios para que sus padres no les priven de la actividad.
Y lejos de lo que pueda parecer, las artes marciales, no propician la violencia. Todo lo contrario. Almudena Caballero afirma que a la hora de acabar cada clase “realizamos a todos los alumnos una pregunta: ¿quién gana una pelea?- a lo que todos ellos responden: ¡el que no se pelea!”
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