El desconocido club de petanca de Jerez que cosecha éxitos: "Los equipos de personas sordas somos menos visibles"

La Asociación de Personas Sordas de Jerez cuenta con una agrupación deportiva, que tiene aproximadamente 50 participantes que crean vínculos a través del deporte

Silencio y precisión: entrenamiento del equipo de petanca del Club Deportivo de Sordos de Jerez. MANU GARCÍA

Salvador, Felisa, José Luis, Rodrigo, Pilar, Paqui, Alejandro y Ana conversan animadamente en la sede de la Asociación de Personas Sordas de Jerez. Ante la ausencia de intérprete, hacen continuos esfuerzos por integrar a las personas oyentes que están presentes en su conversación; algo que pocas veces ocurre en la otra dirección. 

Todos son miembros del Club Deportivo de Sordos de Jerez. Varios de ellos componen el equipo de petanca, que entrena poco después en Guadalcacín, y que recientemente ha participado en la Liga Nacional de Petanca para Sordos en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). Allí, han ganado ocho partidas entre el equipo masculino y el femenino. Todo un hito tratándose de la primera vez que el equipo competía en esta disciplina. 

Sorprende cuando cuentan que la participación en este campeonato ha corrido de su propio bolsillo. "Sentimos que a otros equipos de otras discapacidades los apoyan más, pero los formados por personas sordas tenemos menos publicidad y somos menos visibles", explica Alejandro.

En ese sentido, se sienten marginados. Remiten, para ejemplificarlo, al poco conocimiento y la poca visibilidad que existe sobre las Sordolimpiadas, que este año cumplen 100 años desde su fundación, mientras que los Juegos Paralímpicos, creados posteriormente, son difundidos ampliamente y seguidos por bastantes personas.

El equipo de petanca entrena habitualmente en las instalaciones del polideportivo de Guadalcacín, propiedad del Ayuntamiento. Pero cuentan que, a nivel local, el Ayuntamiento de Jerez no les ofrece ninguna ayuda ni un sitio donde poder entrenar, algo que sorprende cuando se piensa que han llevado el nombre de Jerez a un campeonato nacional. Fueron, además, el único equipo andaluz que participó en dicho encuentro.

Para poder seguir compitiendo en deportes como la petanca, desde el Club Deportivo de Sordos de Jerez necesitan más recursos y apoyo de las instituciones.
Para poder seguir compitiendo en deportes como la petanca, desde el Club Deportivo de Sordos de Jerez necesitan más apoyo de las instituciones.  MANU GARCÍA

También han tenido bastante éxito en fútbol sala o pádel, pero tampoco ahí sus pequeños logros se conocen. "Por ejemplo, en fútbol sala entrenamos al aire libre, no tenemos instalaciones, ni duchas... Se apoya a muchos equipos, pero los sordos, al aire libre", apunta Alejandro.

La integración, todavía una utopía

La sordera es una de esas condiciones invisibles, que no se perciben a simple vista. No se ve en las fotos, por lo que no sirve mucho para determinados propósitos.

Las personas sordas se encuentran así en un limbo en el mundo del deporte. A nivel físico, pueden competir con las personas oyentes en igualdad de condiciones, pero, para ello, precisarían de adaptaciones, como intérpretes y señales específicas, que cuestan dinero. Sus equipos no encajan en un sitio ni en otro; por eso, se quedan en tierra de nadie, y las instituciones no les ven, salvo en contadas ocasiones.

Para Ana, no hay un interés real en la integración. "Queremos participar también en equipos mixtos, pero al tener distintas condiciones… Deberían adaptar un poco la competición, incluir un intérprete, y no quieren. Físicamente, somos iguales que los oyentes, pero claro, no oímos; necesitamos esa adaptación que todavía no se ha conseguido", afirma. Sucede lo mismo con las competiciones internacionales: incorporar a intérpretes internacionales sería costoso. Todo, al final, es cuestión de dinero.

Las adaptaciones necesarias para una integración real requieren de muchos recursos

Esas adaptaciones a las que se refiere Ana las aclaran también en las charlas que habitualmente dan en centros educativos. "A los niños y adolescentes les explicamos, por ejemplo, que, como no oímos el silbato, se usa en su lugar una bandera o un pañuelo, o que en natación y en maratón se emplea una luz...", relata Alejandro, que además es monitor. Adaptaciones estas que la mayoría de la población desconoce y que son fundamentales para una integración real.

Para poder mejorar su nivel y continuar compitiendo, precisan de recursos. "Estamos un poco desesperados porque casi todo lo costeamos de nuestro bolsillo", se sincera Rodrigo. En otros países, cuentan, sí hay más apoyo para los equipos de personas sordas: becas, recursos... En España, todavía queda mucho por avanzar en ese sentido.

El deporte como un espacio seguro donde establecer relaciones

El Club Deportivo de Sordos de Jerez se creó en 1994, por la necesidad a nivel estatutario de separar la asociación y la agrupación deportiva. Desde entonces, muchas personas se han unido a este grupo que tiene como objetivo, además de la competición deportiva, ofrecer un espacio de ocio para las personas sordas. 

"Todas las personas oyentes pueden disfrutar de su tiempo libre, por ejemplo, acudiendo al cine o al teatro. Nosotros no tenemos adaptaciones para esos ámbitos. No tenemos alternativas de ocio. Por eso es tan importante este club, no solo a nivel deportivo, sino social y de ocio", apunta Alejandro.

Una de las mayores dificultades con las que se encuentran para poder seguir mejorando y disfrutando del deporte es que las personas oyentes pueden competir a nivel local con otros equipos y el desplazamiento es más fácil. Esas competiciones ayudan a entablar contactos y a avanzar hacia campeonatos de mayor nivel. En su caso, "para poder competir con otros equipos de personas sordas, tenemos que desplazarnos más lejos, y el gasto es considerablemente mayor". El mensaje que se transmite de esta dinámica es claro: las personas sordas, todas juntas y apartadas.

El deporte también sirve como un espacio de ocio para las personas sordas, que no cuentan con muchas alternativas adaptadas a su condición.
El deporte también sirve como un espacio de ocio para las personas sordas, que no cuentan con muchas alternativas adaptadas a su condición.  MANU GARCÍA

Todos recalcan que necesitan más recursos económicos por parte de las instituciones, y más publicidad sobre sus logros para poder conseguir patrocinadores. "Hemos hecho el esfuerzo de ir a Barcelona de nuestro bolsillo, hemos conseguido cosas, y queremos reivindicar que no tenemos apoyos", afirman con contundencia.

Actualmente, cuentan con apoyo de la Diputación de Cádiz, sin el cual señalan que no podrían seguir compitiendo, y con dos patrocinadores. Citan el ejemplo de Huelva, donde sí hay fondos destinados para apoyar al club deportivo local.

Sus próximas citas deportivas serán en Valencia y en Móstoles. Y, pese a que probablemente tengan que costearlo con sus propios fondos, piensan acudir. "Seguimos intentando que haya más visibilidad", expresan. 

Mientras, seguirán quedando para entrenar, compartir y disfrutar, y seguirán desplazándose a competir cuando puedan hacerlo, dejando claro con su esfuerzo que falta mucho aún para una integración real.

Sobre el autor:

Alaia Rotaeche

Alaia Rotaeche

Graduada en Periodismo y Máster en Estudios Literarios por la Universidad Complutense. He pasado por medios locales, por comunicación política y de organizaciones y he participado en proyectos autogestionados. Me interesan particularmente la cultura, la política, las migraciones y los feminismos, e intento siempre tener la mirada puesta en quienes tradicionalmente han habitado los márgenes de la sociedad.

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