En el mismo pleno, en un punto en el orden del día y gracias a otro colado de urgencia, el gobierno local ha inyectado unos 800.000 euros a Comujesa, algo menos de la mitad de la deuda que arrastra la sociedad municipal y que la dirigía a la causa de disolución el próximo 30 de marzo.
El grueso de la decisión se ha tomado en la tarde de este viernes en medio de una enorme tangana política que puede acabar incluso en los tribunales. El punto de la mañana, rápido y sin discusión, aprobó la transferencia de 258.000 euros a la empresa instrumental del Consistorio tras recuperar el Gobierno de Jerez la subvención estatal a los autobuses urbanos. Como es sabido, los 1.200 empleados públicos de esta sociedad prestan servicio de transporte urbano, ayuda a domicilio o mantenimiento de alumbrado público, entre otros.
El punto de la tarde, por urgencia, que ha supuesto incluso un receso de una hora en la sesión plenaria de febrero, ha desbloqueado, con el voto del PP y la negativa del resto de grupos de la Corporación (PSOE, Vox y La Confluencia), 550.000 euros que el Ayuntamiento transfirió en diciembre de 2022 a Comujesa.
Un dinero que estaba en el limbo debido a que se destinó a unos arreglos de las cocheras y talleres de los autobuses, y que se paró por la Intervención debido a que se tramitaron 25 contratos menores para estas obras —en lugar de sacarlos a licitación pública— que están bajo sospecha de presuntas irregularidades, a la luz de un informe jurídico interno que ha sido confirmado a principios de esta semana.
Como han especificado fuentes del ejecutivo local, "la transferencia de 2022 se hizo condicionada a la justificacion de un proyecto, lo cual no es normal en una transferencia de este tipo, pero como esa justificacion no es posible por las irregularidades detectadas en las contrataciones, ahora se modifica la transferencia para que no tenga esa condición; de esa forma ya Comujesa sí podrá usar el dinero para pagar las obras y el Ayuntamiento evitar el enriquecimiento ilícito".
El debate ha sido muy agrio y nuevamente el portavoz del PSOE, José Antonio Díaz, ha logrado enervar a la alcaldesa, que visiblemente airada ha exclamado: "Manda narices que estamos arreglando un problema suyo, que el procedimiento se inicia con su gobierno y es su gerente; no le eche morro. No es justo que diga lo que está diciendo, estamos arreglando su problema, que ustedes han creado, y el de su gerente, y vamos a ver cómo terminan ustedes, no nosotros, ya está bien".
"Es un abuso de poder"
La reacción vino después de que Díaz, que ha mostrado sus recelos porque el Ayuntamiento pueda desde el pleno ordenar estos impagos con proveedores de Comujesa, pusiera en duda la legalidad del acuerdo, y cómo podía comprometer a los concejales. Ediles, ha arremetido, que "no son aforados como usted; es un abuso de poder" —Mamen Sánchez también es aforada, por su condición de diputada—.
Unas insinuaciones que han hecho estallar a la propia alcaldesa y senadora, y a su segundo teniente de alcaldesa Jaime Espinar, que ha sido el ponente de la propuesta para rescatar Comujesa. Una sociedad de la que desde este este pasado jueves el propio Espinar ha asumido las labores gerenciales, toda vez que el actual alto cargo ha sido suspendido de empleo y sueldo en tanto en cuanto se depuran responsabilidades sobre las presuntas contrataciones irregulares.
"Usted intenta que no se pague, que no se paguen las nóminas, pero tendrá que dar explicaciones dentro de su propio partido", la ha recriminado el responsable municipal, detallando que los 25 contratos se iniciaron en época socialista y que el control debían llevarlo desde el gobierno municipal, detallando uno tras otro que todos los contratos estaban aceptados por Laura Álvarez. "¿Pueden ustedes decir que no lo sabían?", ha incidido.
"Crearon un mecanismo de control como Ábalos con Koldo"
Por alusiones, Álvarez, presente en el pleno, ha asegurado que esa "aceptación" se limitaba a "un botón" en la mesa del gasto y que desconocía estos contratos. Esta reacción ha sido aprovechada tanto por Pelayo como por Espinar para cargar contra los socialistas. "Crearon un mecanismo de control que no controlaba nada, como Ábalos con Koldo —en alusión al caso de mordidas en la compra de mascarillas—, crearon un mecanismo de control y le colaron esto, le deja esto en muy mal lugar y más respecto a sus compañeros", ha enfatizado Espinar.
Tras la explicación de Álvarez, tampoco desaprovechó la oportunidad la propia alcaldesa, para cerrar el debate antes de la votación del punto: "Qué vergüenza, lamento que la señora Álvarez haya tirado a su compañero de al lado, la culpa es de Díaz. 30 veces le ha dado al botón sin saber al botón que le daba. ¿Qué crea una mesa de control del gasto para darle a un botón? Es sorprendente, normal que estemos como estamos. Ya explicarán ustedes dónde y cómo lo tengan que explicar todo esto".
En todo caso, el portavoz de Vox, Ignacio Soto, se ha mostrado en línea con lo manifestado por Díaz, manteniendo que "entendemos el daño que se le puede hacer a las empresas que están esperando el cobro, pero también nosotros tenemos que mirar por lo que es la inseguridad jurídica que genera a los concejales de esta de esta Corporación aprobar esto".
Igualmente, Raúl Ruiz-Berdejo, portavoz de La Confluencia, ha reiterado las dudas que le generaba el acuerdo: "Estamos ante una chapuza. Y si la viceinterventora dice que ha detectado deficiencias, ¿vamos a aprobar esto nosotras y nosotros? Hay que aclarar esto, aunque cause un perjuicio a los proveedores. No sabemos si esto se tuvo que haber licitado, si se ha fragmentado, pero lo mínimo es que tengamos un principio de prudencia".
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