Cientos y cientos de jerezanos y jerezanas se han desplazado este fin de semana -quienes previamente no tenían ya cerrada la estancia- hacia localidades de la Sierra de Cádiz, fundamentalmente Villaluenga del Rosario y Beonacaz, para disfrutar de la segunda gran nevada del invierno en la zona. Ni los inconvenientes, ni la peligrosidad de las carreteras, han mermado las ganas de muchos visitantes por contemplar paisajes únicos totalmente pintados de blanco y, en general, de divertirse en la nieve. Copos que han hecho las delicias en todo momento de niños y mayores, pero que no han evitado cierto colapso en la zona: "Esto ha sido una caravana de coches desde por la mañana", aseguraba un policía municipal a este medio.
"Desde el año 2000 no recordábamos una nevada tan fuerte en el pueblo", explicaba en declaraciones a Diario de Cádiz el alcalde de Villaluenga, Alfonso Moscoso, tras una fuerte nevada que comenzó a las dos de la madrugada del pasado sábado y que llegó a tener incomunicadas tanto esta localidad como Benaocaz. "Esto está lleno de jerezanos, parece una Feria, Valdelagrana en verano", aseguraba uno de los visitantes procedentes de la ciudad desplazados al pueblo serrano famoso también por el queso payoyo.
La marcha blanca de jerezanos hacia la Sierra ha concluido este fin de semana, afortunadamente, sin incidentes reseñables pese a que las condiciones climatológicas evidentemente no eran las mejores. La ola de frío que ha dejado al país tiritando en los últimos días se ha sentido también en la Sierra gaditana, con temperaturas bajo cero y una nevada de récord que ha llegado más allá de Grazalema, que ya se nevó el mes pasado.
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